En el corazón del Mediterráneo encontramos una verdadera joya: el archipiélago de Malta. Estos últimos años, el país se ha convertido en un destino turístico muy demandado, sobre todo entre los jóvenes.
Malta lo tiene todo, tanto si lo que prefieres es empaparte de su cultura e historia, como si buscas desconectar en sus calas. Te contamos más a continuación.
Una cultura interesante
Debido a su localización estratégica entre Europa y África, Malta ha sido ocupada por diversas culturas a lo largo de la historia. Fenicios, romanos, árabes, españoles… Esta mezcla ha hecho que el país tenga hoy en día una de las mayores riquezas culturales del continente.
De hecho, los primeros habitantes del archipiélago se remontan al neolítico y algunas de sus construcciones aún se conservan. Un ejemplo de ello es el templo de Ġgantija, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Diversidad de playas
Si por algo destaca Malta es, además de su cultura, es por el Mediterráneo. Pues estar rodeada de mar hace que tenga playas espectaculares mires donde mires.
Desde Blue Lagoon, cuyas aguas tranquilas y turquesas hacen que parezca una piscina, hasta Golden Bay, una de las más concurridas del país. Malta está llena de rincones únicos donde disfrutar de la belleza mediterránea.
Seguramente en cualquiera de esas playas y de cara al sol sea un buen momento para divertirse online un rato.
Pueblos con encanto
Uno de los principales atractivos del país insular son sus pueblecitos. Debido a la diversidad de culturas que los ha habitado, poseen un encanto único, que no es ni europeo ni africano.
Uno de los pueblos más reclamados por los turistas es Mdina. Situado en el centro de la isla de Malta, este pueblo fortificado fue la primera capital del país y alberga construcciones espectaculares. Al sureste también encontramos Marsaxlokk, un pueblo pesquero muy pintoresco que destaca por sus coloridas barcas y su mercadillo.
Gastronomía maltesa
Al tratarse de un archipiélago, su gastronomía se basa fundamentalmente en los productos que pueden encontrarse ahí. El pescado es el producto estrella de la cocina maltesa, destacando el Lampuki, un pez característico de Malta, similar a la dorada. Este pez puede ser utilizado para preparar la tradicional sopa maltesa Aljotta, con tomate y ajo.

Además del pescado, también se destaca el uso del conejo en guisos como el Stuffat tal-fenek, su plato nacional. Tampoco podemos olvidarnos de postres como el Qaghaq, una auténtica delicia.
Precios razonables
Si, Malta es un destino tan popular entre jóvenes y estudiantes, es por eso que sus precios son más que razonables. Además, utiliza el euro como moneda, lo cual facilita mucho el turismo europeo.
Lo más barato, sin duda, es la comida. Puedes llegar a probar la comida tradicional maltesa en sus mejores restaurantes por menos de 15€. El transporte público también es muy barato, ¡y es que existe un bono que por 21 € incluye viajes ilimitados durante 7 días!
Conclusión
A pesar de su reducido tamaño, Malta es un país lleno de belleza y motivos para visitarlo. Además de los mencionados, en verano también se puede disfrutar de sus fiestas regionales o de sus numerosas discotecas. Sin duda, se trata de un destino único que ningún amante del Mediterráneo puede perderse.