La historia del Château de Chambord
El Château de Chambord, esta obra de arte situada a la orilla sur del río Loira, la mandó construir el rey francés Francisco I en 1519, como alarde de poder ante otros soberanos extranjeros, ya que no lo utilizó de residencia, más que algunos días de vez en cuando. Se construyó en el emplazamiento de un antiguo pabellón de caza. El castillo no ha sufrido cambios notables respecto a su diseño original, por lo que, en la actualidad, el castillo que vemos es, prácticamente, tal y como se diseñó.
La torre del homenaje fue el único edificio previsto en un inicio por el rey pero, tras liberarse del cautiverio después de su derrota militar ante Carlos I de España y V de Alemania, éste modificó el proyecto añadiendo dos alas laterales. El ala Este que se destinaría a residencia real y el ala Oeste que sería la capilla.

En 1547 muere Francisco I dejando el castillo sin terminar y durante el reinado de Enrique II se retoman las obras, que vuelven a pararse después de su muerte en 1559. Chambord queda en desuso por la realeza, y solo habitan en él el personal de mantenimiento y los conserjes, hasta el reinado de Luis XIV, quien retoma las obras y las finaliza en 1685. Poco después, en el siglo XVIII, el castillo deja de utilizarse como residencia real.

La arquitectura de Chambord
Chambord es el castillo más grande del Loira y quizás el más visitado. Su arquitectura, de estilo renacentista francés, nos dejó maravillados por su aparente complejidad en cuanto a formas y distribución, que resulta ser, después de todo, un edificio de líneas muy claras, siguiendo claros principios de simetría, con un torreón central de planta rectangular donde se sitúa, quizás, lo más destacable del Château de Chambord, la famosa e ingeniosa escalera de doble hélice diseñada, supuestamente por Leonardo da Vinci.

Os preguntaréis qué tiene de especial esta escalera. Bien, pues lo curioso es que se trata de una escalera circular de dos tramos entrelazados diseñada así para que las personas utilizando diferentes tramos jamás pudieran encontrarse, aunque sí podrían verse.
Esta escalera conduce hacia las diferentes plantas, la linterna y la azotea. En la azotea uno se encuentra de repente entre un aparente caos de chimeneas, cúpulas, pararrayos y linternas, y desde este lugar podemos disfrutar de unas bonitas vistas al exterior del castillo.

A día de hoy se desconoce el autor del proyecto pero desde el siglo XX se ha sospechado sobre la posible participación de Leonardo da Vinci, que de ser cierto no habría podido ser testigo de su construcción ya que falleció el mismo año que empezaron las obras.

El exterior del Château de Chambord
Los alrededores del castillo siguen utilizándose en la actualidad como coto de caza y su uso es exclusivo y está reservado al gobierno. Con sus 54 km2, es el coto de caza más grande de Europa y solo 10 km2 son visitables, lo que lo convierte en un espacio perfecto para hacer excursiones a pie, en bici o a caballo.

Os recomendamos ver el atardecer desde el otro lado del foso, llenado con aguas del Closson, que hacen de espejo y la imagen con el reflejo del castillo es realmente bonita y digna de una fotografía.

Información útil para la visita a Chambord
Horario:
Precio:
- 11 eur (reducida 9 eur)
- Gratuito para niños hasta 18 años y para jóvenes de la Unión Europea menores de 26 años.
- Aparcamiento automóviles y motocicletas: 4 eur/día
También puedes leer Château de Chenonceau en el Valle del Loira
1 Comentario
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Saludos