Hay muchas más cosas que ver en Menorca de lo que la gente se pueda imaginar. Superó con mucho las expectativas que teníamos antes de visitarla. Si nos leéis sabéis que hemos recorrido todas las grandes islas del Mediterráneo (Córcega, Cerdeña, Sicilia, Creta, Rodas, Mallorca, Mykonos, Zante, Naxos, Milos o Curzola por ejemplo), y la verdad es que Menorca está entre las tres mejores. Nosotros estuvimos 15 días, pero en este artículo queremos proponeros qué ver y hacer en Menorca en 4 días. Como siempre, esperamos que os sea útil y que nos dejéis en comentarios cualquier duda que tengáis.
- 5 motivos para visitar Menorca
- Cómo llegar a Menorca
- 1. Calas y playas de Menorca
- 2. Algo que no debes hacer en Menorca: Darte un baño de barro
- 3. Sa Mesquida
- 4. Ciudadela / Ciutadella
- 5. Recomendación que ver cerca de Ciutadella: Pedreres de S'Hostal
- 6. Puerto de Mahón / Port de Maó
- 7. Museo de Menorca
- 8. Fortaleza de la Mola o de Isabel II
- 9. Binibeca y Binibèquer Vell
- 10. Ferrerías / Ferreries
- 11. El Mercadal / Es Mercadal
- 12. Faro de Favàritx
- 13. Fornells
- 14. Qué hacer en Menorca: Ver caballos en la Fiesta de San Juan / Sant Joan
- 15. Qué hacer en Menorca: El camino de caballos / El camí de cavalls
- 16. Qué hacer en Menorca: Visitar la arquitectura prehistórica
- 17. Cales Coves en Alayor (en la cercanías de de Cala en Porter)
- 18. La Cueva de las Palomas / Sa Cova des Coloms
- 19. Qué ver en Menorca: Aves en el torrente de Alairó
- 20. Qué hacer en Menorca: Disfrutar de la cocina menorquina
- Historia de Menorca
- El tiempo en Menorca
- Planifica tu viaje
5 motivos para visitar Menorca
Lo primero que tenéis que saber es que la isla tiene un tamaño muy manejable (702 km2), es perfecta. Ni muy grande, ni muy pequeña. La parte norte de Menorca se conoce como la Tramuntana, y se compone de suaves lomas (nada que ver con las enormes montañas de Mallorca). La parte sur de Menorca recibe el nombre de el Migjorn, y es una planicie repleta de barrancos salpicados de calas insultantemente bonitas.
Menorca tiene un perímetro de 220 km y está considerada por la UNESCO Reserva de la Biosfera. Se ha conservado sorprendentemente bien debido a una coincidencia de factores. El primero es una característica única que no vais a volver a encontrar en todo el Mediterráneo, ni siquiera en el resto de las islas de Baleares: la parcelación de caminos con piedras. Toda la isla está plagada de parcelas delimitadas con muros naturales.
Para que os hagáis una idea de lo grandes que son estos muros de piedra, si los pusiéramos todos juntos en línea recta alcanzarían los 50.000 km de longitud. Esto, unido a que hay una densidad de población muy baja (apenas 100 habitantes por km2), ha propiciado que Menorca se conserve virgen.
Hay mucho que ver y hacer en Menorca, es un museo prehistórico al aire libre. Por donde quieras que vayas, de punta a punta, vas a encontrar cuevas y construcciones enormes de la Edad de Bronce y la Edad del Hierro magníficamente conservadas. Depende del documental, la guía o el folleto que consultes pero se dice que hay entre 2000 y 3000 yacimientos arqueológicos al aire libre en Menorca. A nosotros nos fascinó comprobar que siglos antes de la llegada de griegos, romanos y fenicios los menorquines (de la cultura talayótica) habían sido capaces de mover piedras de varias toneladas, rocas macizas del tamaño de una furgoneta ¿cómo demonios lo hicieron?

Ibiza y Mallorca se han llevado el turismo masivo y los grandes hoteles de «todo incluido». Menorca en cambio es una joya, tranquila y de playas inusualmente solitarias. Más adelante hablaremos de las calas más bonitas que ver en Menorca.
Menorca es diferente. Es la isla del archipiélago balear más alejada de la península. Fue durante algún tiempo propiedad de Inglaterra, más tarde de Francia y luego nuevamente de Inglaterra. Algo de todo aquello ha quedado en el ambiente. Su forma de hablar catalán (el menorquín) también es diferente, no solo a cómo se habla en Cataluña, sino también a cómo se habla en el resto de las islas. El casco antiguo de Mahón (la capital) y Ciudadela son dignos de una visita, por sus plazas, su ubicación y su historia. Lo dicho: Menorca es diferente.
Cómo llegar a Menorca
Para llegar a Menorca obviamente solo hay dos opciones: avión o barco. Nosotros si tienes pensado ir más de una semana siempre recomendamos llegar en ferry a las islas Baleares. Porque están muy cerca de la península y el trayecto es corto, pero sobre todo porque te puedes llevar el coche.
Nosotros, como podéis ver en este artículo, hemos recorrido la isla de arriba a abajo porque hay mucho que ver y hacer en Menorca, también en el interior. No lo hubiéramos podido hacer sin coche, es imposible.
Existe la posibilidad de buscar un alquiler de coche en el aeropuerto, pero viajar directamente con tu vehículo en ferry te permite llenar el maletero sin preocuparte del peso y es más barato. Una vez allí puedes recorrer la isla a caballo (por el famoso Camí de cavals), alquilar un barco con o sin patrón o incluso plantearte un alquiler de lancha en Menorca.
1. Calas y playas de Menorca
Las playas de la isla en un primer momento fueron el motivo de nuestro viaje. Son tantas y tan bonitas que hemos escrito un artículo hablando exclusivamente de las mejores calas y playas de Menorca.
Nuestras calas favoritas son:
- Cala Macarelleta.
- Cala Pregonda.
- Cala Turqueta.
- Cala del Pilar.
- Cala Algaierens.
Consejo si estás buscando playas en Menorca
Si quieres evitar encontrarte con medusas en las playas simplemente tienes que fijarte desde dónde sopla el viento. Si por la mañana ves que el tiempo en Menorca anuncia viento desde el sur ve al sur, las medusas buscarán aguas tranquilas en las playas del norte. En caso de que sople viento desde el norte de Menorca ve hacia el norte ¿fácil no? es la ventaja que tiene que la isla tenga un tamaño tan manejable.
Si visitas Menorca y tienes tiempo recuerda que siempre puedes cogerte un ferry a Mallorca, está muy, muy cerca. Aquí tienes un artículo donde explicamos qué ver y hacer en Mallorca.
2. Algo que no debes hacer en Menorca: Darte un baño de barro
Nosotros estuvimos en la cala Son Mercaduret y S’Embarcodoret haciendo algo que nos habían recomendado que había hacer en Menorca: la fangoterapia o barroterapia. Se trata simplemente de llenarse de barro, y si es desnudos mejor. Así lo hicimos nosotros. Pero después de publicar nuestra experiencia en este blog hemos recibido críticas de lugareños que nos informan de que esta práctica daña el litoral.

Se ve que en el norte, entre Ferreries y Ciutadella, hay muchas calas y playas en Menorca con arena rojiza que es supuestamente perfecta para el cuidado de la piel. No lo habíamos probado nunca y nos apetecía comprobarlo de primera mano. Cuando el barro se seca es una sensación placentera, pero después de leer que esta práctica erosiona el litoral no lo volveríamos a hacer.
Bastó con hacer un poco de buceo y se quitó todo el barro que teníamos encima, además había un par de islotes desde los que, independientemente si tienes barro o no, es divertido tirarse.
Hay bastantes calas y playas para darse baños de barro como la playa de Cavalleria, la playa de Algaiarens, la cala Pilar.
Nosotros para ir a pasamos por cala Morts, también llamada cala de Sa Joanjo. Allí es muy típico que todo el que pase monte un pequeño montículo de piedras. No conseguimos averiguar por qué se hacía eso, así que si tú lo sabes por favor déjanoslo en comentarios.
3. Sa Mesquida
Mención aparte hay que hacer a la costa que rodea la zona de Sa Mesquida. No hay una cosa en concreto que visitar, toda ella es una maravilla.
En la playa de Sa Mesquida (que se muestra en esta foto) desembarcaron en 1781 tropas francesas y españolas para tratar de reconquistar Menorca a los ingleses. No hubo manera, y la isla continuó durante un tiempo siendo inglesa. Los hijos de la Gran Bretaña construyeron una torre (que también se ve en la foto) y grabaron en la fachada el año de construcción (1799).
Esta playa, aparte de tener finísima arena y aguas cristalinas, tiene un búnker de la época de la Guerra Civil que pudimos visitar por dentro, aunque está lleno de porquería.
4. Ciudadela / Ciutadella
De los más señalados edificios públicos de Ciutadella, sólo la Església Catedral de Menorca, de bello estilo gótico catalán de los siglos XIII y XIV, logró sobrevivir al saqueo de Barbarroja; pero siglos después, durante la Guerra Civil, fue despojada de todos sus cuadros, ornamentos y tesoros. Tristemente esta es una historia que se repite una en casi todas las iglesias que visitamos en España.
La cercana Plaça des Born fue trazada para que desfilaran las tropas árabes, y después de 1558 fue reconstruida en estilo renacentista. Con agradables cafés y sombreada por palmeras, es una plaza con aspecto realmente encantador. En el centro hay un obelisco que conmemora el Any de sa Desgràcia («El año de la Degracia»), la infausta invasión turca de la ciudad.
En torno a la plaza se disponen el ayuntamiento de Ciutadella, el Teatre Municipal des Born y una sucesión de mansiones nobiliarias con fachadas italianizantes: la más señorial es el Palau de Torre Saura, de principios del siglo XIX. Desde el mirador del extremo norte de la Plaça des Born se contempla una hermosa vista del pequeño puerto de Ciutadella.

Una fecha clave en la historia de Ciutadella es el 9 de julio de 1558, cuando los turcos, comandados por Barbarroja saquearon la ciudad, diezmaron a la población y redujeron a la esclavitud a 3.495 de sus habitantes. Os recomendamos ver un documental que hay en Netflix precisamente sobre este tema, sobre la piratería en Baleares.
Si sigues el Carrer Major des Born encuentras Ses Voltes, justo nada más pasar la catedral de Palma. Torciendo a la derecha por el Carrer des Seminari se ve la barroca Església dels Socors y el Museu Diocesà. En las estrechas calles del casco antiguo hay muchos palacios imponentes, pero sólo el Palau Salort, de principios del siglo XIX, está abierto al público. Cerca queda el mercado art nouveau (1895), con sus pilares y arbotantes de forja pintados del elegante color verde.
El tono tranquilo que se respira durante todo el año en Ciutadella se altera en junio por la Festa de Sant Joan (de la que hablaremos más adelante), una alegre y espectacular exhibición ecuestre. Durante las fiestas, la ginebra corre a raudales y la vida de la ciudad se detiene una semana.
5. Recomendación que ver cerca de Ciutadella: Pedreres de S’Hostal
Si estás buscando qué ver cerca de Ciutadella te recomendamos la cantera abandonada de Pedreres de S’Hostal. Se transformó en 1995 en un evocador jardín y laberinto gracias a la escultora Laetitia Sauleau.
Esta cantera de piedra Lithica nos recordó a otras canteras parecidas de otras islas del Mediterráneo como a las de la diminuta isla de Favignana (Sicilia) o las de la isla de Milos (Grecia).
6. Puerto de Mahón / Port de Maó
La tranquila y elegante ciudad de Mahón (Maó) se asienta al fondo de una profunda ensenada vigilada por las ruinas de la fortaleza que se eleva en la punta de Sant Carles. Durante el siglo XVIII Mahón estuvo ocupada en tres ocasiones por los ingleses; como legado de aquellos días coloniales le quedan, entre otras cosas, sus sobrias casas georgianas con postigos de color verde oscuro y ventanas de guillotina. Puedes reservar aquí un paseo en barco por el puerto de Mahón.
El puerto de Mahón tiene fama en el todo el Mediterráneo. Tiene unas condiciones absolutamente perfectas para proteger a los barcos, por eso lleva más de 2000 años en funcionamiento.
Tomando la calle que desde él trepa ciudad arriba, la sinuosa Costa de Ses Voltesse, llega a la Església del Carme, del siglo XVIII, antigua iglesia carmelita cuyo blanco y fresco claustro alberga hoy un colorista mercado de frutas y verduras. Detrás del mercado se encuentra el único museo de Mahón: la colección Hernández Mora de arte y antigüedades menorquinas. La cercana Plaça Constitució está presidida por la iglesia de Santa María, con un enorme y bien conservado órgano construido en 1806. Al lado queda el ayuntamiento, que cuenta con una fachada neoclásica en cuya torreta se conserva el reloj donado por sir Richard Kane (1660-1736), primer gobernador inglés de Menorca.
Al final del Carrer Isabel II se halla la Església de Sant Francesc, con portada románica y fachada barroca; la iglesia alberga el museo de Menorca (actualmente en obras). A dos minutos andando, hacia el sur, queda la Placa de S’Esplanada, la mayor de Mahón, y detrás, el Ateneu, una sociedad cultural con colecciones de historia natural, cerámica del país, mapas y una biblioteca; es aconsejable pedir permiso antes de entrar.
En el lado norte del puerto hay una mansión a la que llaman Sant Antoni, o The Golden Farm, donde se alojó al almirante Nelson durante el otoño de 1799; máximo ejemplo de arquitectura palladiana en Mahón, tiene fachada de arquería pintada de rojo cereza, con los arcos blancos, al estilo tradicional menorquín. La casa encierra una colección de muebles y recuerdos del ilustre marino y una interesante biblioteca cerrada al público.
7. Museo de Menorca
En la calle Pla des Monestir está otra de las cosas que tenéis que ver en Mahón: el Museo de Menorca. Se trata de un pequeño pero interesantísimo museo ubicado en antiguo convento franciscano con un patio que por sí solo ya merece una visita.
La exposición no es demasiado grande, así que es apta para aquellos que se agobian con este tipo de museos. A nosotros nos gustaron varias piezas expuestas:
Figuras egipcias
Aunque resulte difícil de creer, hace 3000 años ya existía un fluido comercio entre las islas Baleares y Egipto. Se han encontrado bastantes figurillas de dioses egipcios en yacimientos talayóticos (si seguís leyendo más adelante os explicamos qué son). Algunas de esas figurillas datan del siglo VII antes de Cristo, como la del dios Horus (conocida como Horus de Benimaimut), o la que más nos gustó, la figurilla de Imhotep.
Imhotep es el primer arquitecto conocido, mundialmente famoso por haber construido a su vez la primera pirámide de la historia, la pirámide escalonada de Zoser en Egipto (en el 2650 a. C). La pregunta del millón es ¿qué demonios hace una estatuilla de un arquitecto de hace 4672 años en Menorca? la respuesta es que Imhotep con el tiempo fue divinizado y asimilado por los griegos como el dios de la medicina, Imhotep-Esculapio. Ellos debieron traerla hace aproximadamente 2.600 años.
Por cierto, los autores de este blog ya tenemos comprados los billetes de avión para ir a visitar Saqqara, donde se encuentra la pirámide que construyó Imhotep en la necrópolis de Menfis (Egipto). Si estáis atentos no tardando mucho publicaremos un artículo que se llamará algo como «10 días viajando por libre en Egipto».
Cabra extinguida de Menorca
En el museo hay un esqueleto de una myotragu, una cabra que se extinguió y que solo habitaba en Menorca. Un poco más abajo podéis ver una foto suya.

La cabeza de Tiberio
Durante la dominación francesa de Menorca se encontró en Mahón la cabeza de una estatua de bronce del emperador Tiberio. No pensábamos que Mahón fuera tan antiguo, pero cuando nos pusimos a investigar descubrimos que la fundación de Mahón es incluso anterior, de la época de los cartagineses. De hecho el nombre de la ciudad viene de Magón, hermano de Anibal, que según nuestro escritor preferido (Isaac Asimov) es el mejor estratega militar de la historia, por delante de Alejandro Magno.
La cabeza original de la estatua de Tiberio, como tantas y tantas joyas del patrimonio español fue expoliado por los franceses y se encuentra en la Biblioteca Nacional de París. En el museo de Menorca de Mahón hay una reproducción.
8. Fortaleza de la Mola o de Isabel II
La fortaleza Isabel II, ahora conocida como fortaleza de La Mola, fue otra de las agradables sorpresas que nos llevamos de Menorca. Se trata de una gigantesca fortificación construida en el siglo XIX durante el reinado de Isabel II. Actualmente ya no tiene funciones militares, sirve para pasear, admirar su colosal arquitectura, sus vistas y para contemplar las aves que viven en sus acantilados. Se ha convertido en un lugar ideal para hacer turismo con niños, se utiliza como escenario de bodas, celebraciones, exposiciones e incluso tenebrosas visitas guiadas nocturnas.
La isla ha cambiado violentamente de manos en muchas ocasiones. Inglaterra, Francia y España se han estado dando de bofetadas por ella durante siglos, y el principal motivo es la excepcional ubicación y estructura natural del puerto de Mahón. Cada nuevo país que la ocupaba se encargaba de construir, derribar, reconstruir y volver a derribar las defensas del puerto. De hecho existen (y han existido) otras fortificacione para la defensa de Mahón como el castillo de San Felipe o el fuerte Marlborough.
Durante la Guerra Civil Española la fortaleza de Isabel II / La Mola permaneció fiel a la República hasta el último minuto. Sin embargo curiosamente, cuando nos asomamos al interior de las ruinas, encontramos varios enormes escudos franquistas.
No hace demasiado tiempo se le cambió el nombre de fortaleza de Isabel II por el de la península en la que se asienta: La Mola. A nosotros nos parece muy bien. No sé si habéis tenido oportunidad de leer la biografía de Isabel II pero su vida fue desastrosa. Provocó una revolución, era medio analfabeta, ninfómana y muy derrochadora.
9. Binibeca y Binibèquer Vell
Binibeca es el tramo de 3 km de la costa sur de Menorca que va desde Cala Torret en el este, pasando por Binibequer Nou y hasta Binibèquer Vell en el oeste, todo lo cual forma parte del término municipal de Sant Lluís, a unos 8 km al sur de Mahón y del Aeropuerto de Menorca.
Aquí te dejamos un extenso artículo sobre Binibeca Vell, el pueblo de pescadores más bonito de Menorca.
El municipio de Binibeca incluye al núcleo turístico de Binibèquer Vell, conocido antes de la normalización lingüística como Binibeca Vell. Es un pueblo diseñado y construido entre finales de los 60 y principios de los 70 tratando de simular un típico poblado de pescadores menorquín. Es un municipio con callejuelas empedradas, con paredes de un blanco inmaculado, diseñadas hasta el último detalle para atraer turistas. En otros lugares de España ya hemos visto proyectos parecidos, reconstrucciones simulando arquitecturas tradicionales, como en el Pueblo español de Barcelona o Roc de Sant Gaietà.
Hay tres cosas que ver en Binibeca:
- El pueblecito ficticio de Binibeca Viejo (Binibèquer Vell) creado alrededor de una cala.
- La Playa de Binibeca, de 200 metros de largo y rodeada de pinos.
- La bahía de Cala Torret, una pequeña ensenada donde se puede comer y pasear.
Con la excepción de un par de hoteles Binibeca es principalmente una zona residencial de la isla, que hasta ahora ha permanecido relativamente «sin descubrir». La mayoría de los visitantes son viajeros independientes que poseen casas de vacaciones en el complejo o las alquilan a los propietarios. Incluso para los estándares de Menorca, Binibeca tiene que ser descrita como tranquila, y para muchos quizás demasiado tranquila.
Aunque el litoral desde Cala Torret hasta Binibèquer Vell tiene varias calas pequeñas y protegidas que son adecuadas para el baño, la playa de Cala de Binibeca es sin duda la mejor y más popular de la zona. Sus aguas tranquilas y poco profundas y sus arenas blancas y finas hacen que esta playa sea especialmente popular entre las familias. Se pueden alquilar tanto pedales como tumbonas.
Anécdota: Mientras estábamos haciendo una foto del pueblo nos encontramos con que el actor español Ángel de Andrés López, famoso por actuar por ejemplo en la serie Manos a la obra, nos estaba mirando fijamente desde una terraza. Meses después nos enteramos que había muerto de un infarto. Quizás no era él ¿tú qué opinas? juzga tú mismo/a:
El traslado desde el aeropuerto hasta el complejo turístico no suele llevar más de 15 minutos, a pesar de que la ruta más directa hacia Binibeca es, en su mayor parte, por carreteras secundarias.
10. Ferrerías / Ferreries
Ferrerías, situada entre Mahón y Ciudadela, pasó a ser conocida cuando se construyó la carretera que une ambas ciudades. Es un sugerente pueblo de casas blancas recostado en una ladera. La sencilla iglesia de Sant Bartomeu data de 1770.
La bahía de Santa Galdana, emplazada a 10 km al sur, es uno de los lugares más frecuentados de la isla: desde la playa se puede dar un agradable paseo tierra adentro por el fértil lecho del Barranc d’Algendar.
11. El Mercadal / Es Mercadal
Es Mercadal es, con Alaior y Ferreries, uno de los tres núcleos urbanos que bordean la carretera que va de Mahón a Ciudadela. El pueblo cuenta con bellos rincones y conserva en su casco antiguo magníficos ejemplos de arquitectura popular.
Si buscas hacer fotografías en Baleares tienes que ir hasta Cap de Cavalleria (a 13 km de Es Mercadal). Ninguna foto que imagen que puedas encontrar por internet le hace justicia. Azotado por la tramontana norteña, Cavalleria es un promontorio rocoso clavado en un mar picado que, en invierno, recuerda más al Atlántico Norte que al Mediterráneo, La carretera lleva hasta el cabo, con un faro y acantilados de 90 m de alto, donde vuelan halcones peregrinos, águilas marinas y cometas.

El monte Toro, a tres kilómetros al este es la montaña más alta de Menorca (357 m) y también el centro espiritual de la isla; en la cima se encuentra el Santuari del Toro, construido en 1670 y desde cuyo entorno se contemplan espléndidas vistas.
Al norte de Es Mercadal. El pueblo pesquero de Fornells, a 10 km, se convierte durante el verano en un animado y selecto centro turístico: en el puerto los yates de lujo se disputan el amarre. La empresa que tiene mejores críticas es Charter Bora Bora Menorca, tienen un yate adecuado para familias para pasar un día por el norte de Menorca (que es la mejor zona para navegar, ya que se encuentra la reserva marina). El barco se alquila con patrón, así que no es necesario tener el carnet para navegar. Si queréis podéis, por ejemplo, entrar en Tripadvisor a leer las críticas de sus clientes, pero ya os adelantamos que son extraordinarias.
Mientras ricos y famosos personajes abarrotan el bar Palma. La especialidad culinaria de Fornells es la caldereta de llagosta, que puede degustarse en los restaurantes situados junto al puerto.
En Sanitja, en el extremo occidental de la península, se hallan los restos de un poblado fenicio mencionado por Plinio en el siglo 1 d.C.
Más al oeste hay una franja de playas vírgenes de fina arena pero difícil acceso: Cala Pregonda, Cala del Pilar y la Cala d’Algaiarens, en un espléndido entorno ecológico, son las más bonitas.
12. Faro de Favàritx
Justo antes de llegar al faro de Favàritx hay un lago temporal, con agua dulce y agua salada. En algunas épocas del año se deseca del todo.
Esta foto que acabamos de publicar del faro de Favàritx no le hace justicia a la belleza del sitio, así que hemos buscado una de archivo para que veáis qué preciosidad:
13. Fornells
Si estás buscando dónde comer en Menorca te recomendamos el puerto de Fornells, aparte de que el pueblo es precioso se cena de maravilla. Además hay restos musealizados del Castell de San Antoni (castillo de San antonio de Fornells), se trata de exactamente un fuerte que mantiene intacto un 25% (una de las cuatro esquinas) de un pequeño castillo que protegía el puerto.

14. Qué hacer en Menorca: Ver caballos en la Fiesta de San Juan / Sant Joan
En Sant Joan en Ciutadella los caballos desempeñan un papel destacado en las fiestas. El 24 de junio, día de San Juan, tienen lugar en las calles y plazas de Ciutadella los caragols, juegos ecuestres en los que jinetes elegantemente vestidos hacen ejecutar a sus caballos complejos movimientos que provienen ya desde época medieval. La fiesta culmina cuando los caballos se alzan sobre sus patas traseras y la multitud se agolpa a su alrededor mientras los cavallers (jinetes) tratan de mantenerlos en alto (lo que se llama el jaleo).

La foto de arriba la tomamos por casualidad al subir al mirador Cim del Toro. Menorca es una caja de sorpresas.
Por cierto, hablando de caballos, en la fiesta anual de Sant Lluís (a finales de agosto) muchos lugareños pasean por las calles a caballo.
15. Qué hacer en Menorca: El camino de caballos / El camí de cavalls
A partir de la conquista catalana del año 1287, en Menorca se constituyen las llamadas “caballerías”, conjuntos de fincas de carácter feudal, sobre las que los beneficiarios percibían una serie de rentas que les permitían mantener caballeros armados para proteger la isla. La existencia de las fincas privadas en Menorca ha perdurado hasta nuestros días, con casos de propietarios que aún ostentan títulos nobiliarios.
Durante el siglo XIV el trazado del Camí de Cavalls comienza a tomar forma para acceder por tierra a la mayoría de calas y playas, pero no es hasta el siglo XVII cuando aparece documentado como trazado perimetral de toda la isla de Menorca. Desde siempre, la finalidad básica de este camino ha sido asegurar a la autoridad militar o gubernamental el control y la vigilancia de toda la costa menorquina.
Con el paso del tiempo llegarían a levantarse hasta una veintena de torres de defensa, algunas de las cuales se conservan en muy buen estado, mientras que otras prácticamente han desaparecido. Por otro lado, la presencia de hasta siete faros demuestra la peligrosidad de la isla de Menorca para la navegación a causa de una costa recortada, llena de escollos y abruptos acantilados.
En paralelo a la utilización militar, la documentación histórica confirma que el Camí de Cavalls permitía desde su origen el libre paso a todos los habitantes de la isla sin excepción. Esta documentación hace referencia a un trazado constituido como servidumbre de paso por razones de utilidad pública, que rodeaba la costa menorquina y que casi siempre pasaba por fincas privadas. Entrado el siglo XX, las fincas privadas empezaron a obstaculizar el derecho de libre paso en diversos tramos de camino y el desuso subsiguiente produjo el abandono progresivo del trazado. Es durante el período de transición democrática, los años 80 del siglo xx, cuando la ciudadanía menorquina comenzó a tomar conciencia del patrimonio natural y cultural concentrado alrededor del Camí de Cavalls, y las reivindicaciones respecto al uso público integral a través del trazado histórico culminan con las primeras leyes relacionadas con su recuperación.

A partir de la aprobación del Plan Territorial Insular (PTD, en el año 2003, y sobre todo después de la aprobación del actual Estatut d’Autonomia de las Islas Baleares del año 2007, se aceleran las gestiones para restablecer el derecho de libre paso a través del Camí de Cavalls, así como el inventario correspondiente para ejecutar su intervención. A finales del año 2009, el equipo técnico del Consell Insular de Menorca completaba la primera fase de implementación para convertir el Camí de Cavalls en el sendero de Gran Recorrido 223, dentro de la red de Caminos Naturales de España.
16. Qué hacer en Menorca: Visitar la arquitectura prehistórica
La arquitectura prehistórica en Menorca es excepcionalmente rica, hasta el punto que puede decirse que la isla es un inmenso museo al aire libre. Casi todos los yacimientos son obra del pueblo talayótico, que vivió entre el 2000 y el 1000 a.C.. Sus edificaciones de piedra salpican absolutamente todo el paisaje menorquín, existen cientos de poblados, murallas, cuevas y estructuras de la Edad del Bronce por toda la isla. La inmensa mayoría están abiertos al público y son de visita gratuita, aunque hay alguna notable excepción que nos pone de mala leche. Algunos yacimientos que hemos visitado deberían ser Patrimonio de la Humanidad y no propiedad de un propietario que no se ocupa de su mantenimiento y ni siquiera vive en la isla.

En números redondos Menorca tiene 700 km2 y 4.000 yacimientos arqueológicos. Dudamos de que exista otro lugar en Europa en el que haya una densidad tan alta de yacimientos prehistóricos.
El estado de conservación de las estructuras arquitectónicas en general prehistóricas de Menorca es excepcionalmente bueno. Los talayóticos menorquines fueron muy reconocidos en el Mediterráneo como honderos. Hasta los venían a reclutar como mercenarios en las tropas tanto cartaginesas como romanas.
La cultura talayótica no sólo se encuentra en Menorca también en Mallorca pero con ligeras diferencias. En Mallorca no encontramos recintos de taula; Los talayots que hay en Menorca son muy distintos, y las navetas funerarias también son un tipo de construcción único de la prehistoria de Menorca. Realmente la monumentalidad y el estado de conservación de los yacimientos es asombroso.
Torre d’en Gaumés y Trepucó.
Los tres poblados más grandes repartidos por la isla son: Son Catlar, en la zona de poniente. Torre d’en Galmés, que está más o menos en el centro, y Trepucó. Nosotros visitamos una docena de yacimientos en quince días y los que más nos gustaron fueron Torre d’en Gaumés y Trepucó.

Una cosa curiosa es que los talayóticos se alimentaban del myotragus, una cabra única en la isla que acabó extinguiéndose. Se han encontrado muchos de sus restos en poblados prehistóricos, pero cuando llegaron los romanos sobre el año 123 a.C. ya no quedaba ninguna viva.

Los rituales que se realizaban en las taulas son un completo misterio. Sacrificaban a los animales a una edad demasiado corta para haberlos aprovechado por su leche o su carne, y en Torre d’en Galmés encontraron hasta estatuilla de Imhotep, el dios egipcio de la medicina. Se sabe que había toros en la isla, y que se utilizaban animales para arar los campos. También se han encontrado muchas figurillas de bronce llamadas «Mars Balearicus», un soldado desnudo con casco.
Los menorquines de hace 2.000 o 2.500 años no tenían nada de pacíficos. Para empezar las ciudades estaban amuralladas, y no porque vinieran enemigos de fuera de las islas (los talayóticos pasaban olimpicamente del mar), sino por conflictos internos. Se han encontrado muchas figurillas de bronce de un soldado desnudo y con casco, una muestra evidente de que adoraban a un dios guerrero, llamado «Mars Balearicus».
Tanto cartagineses como romanos contrataron a menorquines como soldados mercenarios, porque eran muy hábiles como honderos (su fama es legendaria). Los menorquines no querían dinero, el pago era siempre en mujeres y en vino (se han encontrado muchísimas ánforas de vino) y además los romanos lo dejaron por escrito. La isla tan tranquila que es hoy no lo era en absoluto antes.
La cultura Talayótica
Aunque esta cultura es extensiva a todas las islas Baleares, fue en Menorca donde alcanzó la extraordinaria cifra de dos monumentos por kilómetro cuadrado. Hacia el año 1500 a.C. se consolida un fenómeno común a todas las islas del Mediterráneo occidental con el culto al agua como denominador común. Desde este momento, en Menorca se construyen largas murallas ciclópeas que rodean el perímetro de los poblados y a la vez se alzan grandes “talayots” (atalayas) para garantizar la vigilancia y como muestra de poder. Mientras estas estructuras confirman la rivalidad territorial, las llamadas “navetas” constituyen un bonito ejemplo de monumento funerario donde se inhumaban a los difuntos para embarcar sus almas hacia el otro mundo.
Y también las “taulas”, con su característica silueta en forma de T (unas 300 en toda la isla), que ocupan el espacio central de los poblados como escenario de ritos ancestrales (religiosos o astrológicos). Esta es una pequeña selección de ellos:
- Trepucó.
- Torretrencada.
- Torralba, Talatí de Dalt.
- Es Tudons.
- Torre d’en Galmés.
17. Cales Coves en Alayor (en la cercanías de de Cala en Porter)
A ambos lados de una bonita bahía está Cales Coves, un espacio repleto de cuevas prehistóricas escavadas en la roca con hasta 9 metros de profundidad. Lo que nos dejó pasmados fueron dos cosas: que las entradas en ocasiones tenían un acceso realmente difícil, a gran altura y junto al mar (suponemos que la intención era impedir la entrada de animales en épocas prehistóricas), y lo segundo ¿cómo se supone que las construyeron?

Las cuevas han sido habitadas desde la prehistoria hasta el año 2000, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Balears expulsó a los dos últimos habitantes, que defendían un «modo de vida alternativo». Nosotros encontramos restos de puertas, chimeneas y hasta cocinas de butano dentro de las cuevas. Nos consta que el Consell de Menorca se ha puesto las pilas para limpiar las cuevas ¡son monumento Nacional!
A unos cinco kilómetros al oeste, siguiendo la costa, se halla Binibéca o Binibeca Vell.
18. La Cueva de las Palomas / Sa Cova des Coloms
Si habéis visitado Mallorca sabréis que tiene un par de cuevas absolutamente espectaculares, pero Menorca no se queda atrás. Sa Cova des Coloms es mucho más alta que ninguna otra (24 metros de alto) y tiene110 metros de profundidad y 15 metros de ancho, que no está nada mal tampoco. Además visitarla es algo que podéis hacer en Menorca completamente gratis.
Solo se puede llegar andando. El camino es un poco estrecho, pero tampoco hace falta ser Indiana Jones. Lo que sí os recomendamos para los que seáis un poco más aventureros es llevaros una linterna, en el interior la gruta al final se estrecha y solo se ve oscuridad y murciélagos.
Mientras en el resto de Europa nuestros vecinos europeos se estaban dando de tortas en la Primera Guerra Mundial (1915), en Sa Cova des Coloms se realizó un descubrimiento sensacional: dos cuernos de toro de bronce, que suelen relacionarse con el culto a la fertilidad. Del interior de uno de los cuernos se pudo extraer una muestra de madera carbonizada, y los científicos modernos pudieron determinar (con el carbono 14) exactamente el año en que se construyó: el 406 a. C.
En el interior se han encontrado enterramientos y muros prehistóricos, muestras de vasijas de cerámica y poco más. La cueva ha sido expoliada a lo largo de la historia (en la entrada se notan los montones de tierra de tierra dejados por los saqueadores).
19. Qué ver en Menorca: Aves en el torrente de Alairó
Entre cala de Sa Joanjo y cala Son Mercaduret está la playa Binimel·là. Allí encontraréis el torrente de Alairó con una pasarela para ver patos y otras aves sin molestarlos. Allí cerca hay un restaurante donde comer en Menorca buen marisco.

Ni qué decir tiene que había muchísimas más aves en Menorca que las que enseñamos en estas fotografías del espacio natural del Torrente de Alairó, lo que pasa es que estos nos han caído simpáticos.

20. Qué hacer en Menorca: Disfrutar de la cocina menorquina
Citaremos brevemente los 5 mejores restaurantes donde comer en Menorca. Eso sí, reconocemos que comimos de muerte en toda la isla, no tenemos queja ninguna.
Os hemos hecho una selección aleatoria de lo que comimos allí, para que os hagáis una idea de las cantidades y las presentaciones:
- Cuk-Cuk Restaurante (el mejor restaurante de Ciudadela) cocina mediterránea. Calle de Sant Pere Alcantara 13. Teléfono +34 971.38.07.03
- Arjau (el mejor restaurante de Mahón) cocina mediterránea y marisco. Moll de Ponent, 11. Teléfono +34 636.23.24.97
- Bar Okapi (el mejor restaurante de Fornells) cocina española. Carrer E Playas de Fornells. Teléfono +34 871.03.99.56
- Brasserie & Bar Dos Pablos (el mejor restaurante de Cala’n Porter) cocina europea. Carrer de la Mediterrània 3. +34 971.37.79.12
- Ciao Belli (el mejor restaurante de Son Xoriguer) cocina italiana. Centro Comercial Son Xoriguer. Teléfono +34 628.51.19.34

Degustar vinos y quesos de Menorca
Más o menos en el centro de la isla hay una finca llamada Subaida que realiza catas de vinos y quesos de Baleares. Es un lugar ideal para pasar una mañana haciendo actividades con niños en Menorca: Desde hace tres generaciones fabrican quesos con unas vacas de la raza frisona, originaria de los Países Bajos.
Hay diferentes visitas guiadas a la Quesería Subaida de Menorca, tanto si vas con toda la familia como si prefieres una visita a las instalaciones solo para adultos. Primero te enseñan la finca en detalle, te dejan estar en contacto con las vacas para que veas que viven muy bien cuidadas y felices, y después te preparan un desayuno y una degustación de vinos y quesos típicos de Menorca.
Las degustaciones incluyen pan con tomate, raciones de croquetas, tostadas calientes de sobrasada y miel (llamadas tostas) y galletas de almedra (carquinyols). Los vinos son de Mahón (Maó en catalán), son muy suaves y afrutados, pero también hay rosados de Cala’n Porter y alguno de Sant Climent.
Es una gozada estar en contacto con la naturaleza, los animales y los paisajes de Menorca y al mismo tiempo probar productos típicos. Una actividad diferente y muy recomendable.
Historia de Menorca
2300 a.C. Primer poblamiento estable documentado materialmente en Menorca.
1000 a.C. Inicio de la cultura talayótica. Proliferación de los monumentos más destacados de la Edad del Bronce en Menorca (navetas, talayots y taulas).
123 a.C. Culminación de la conquista romana de las Islas Baleares.
455 Invasión de los vándalos en las islas Baleares e incorporación a su imperio. 534 Las islas Baleares pasan a formar parte del imperio Bizantino, lo que favorece la construcción de un buen número de iglesias paleocristianas.

903 Las islas Baleares se incorporan al dominio árabemusulmán en lucha con los reinos cristianos del norte de la península Ibérica.
1287 Conquista catalana de Menorca, y repoblación total de la isla con colonos cristianos. Las Baleares pasan a formar parte de la Corona de Aragón.
1535 Saqueo de la ciudad de Mahón por parte de una escuadra de piratas comandada por Barbarroja.
1558 Saqueo y destrucción de Ciutadella por parte de una escuadra de 15.000 soldados turcos (Imperio Otomano). 1713 Tras la firma del Tratado de Utrecht, Menorca pasa a ser de soberanía británica, con un breve período de dominio francés (1756 a 1763, cuando se encontró la cabeza de Tiberio que os hemos mencionado antes), y otro español (1782 a 1798). Construcción de numerosas fortificaciones.
1802 Por el Tratado de Amiens, España recupera la soberanía sobre Menorca. 1983 Aprobación del primer Estatuto de Autonomía de las Islas Baleares e inicio de la gestión del Consell Insular de Menorca.
El tiempo en Menorca
Menorca es la isla mediterránea más alejada de los continentes, si bien recibe por igual la influencia del viento dominante de componente sur, el migjorn, de procedencia norteafricana, así como la del viento dominante de componente norte, la tramuntana, que se canaliza con gran fuerza a través del golfo de León. El relieve de colinas bajas (la mayor elevación es la montaña del Toro, con una altitud de solo 357 metros) provoca que los vientos penetren en la isla con mucha facilidad.
Los vientos de componente norte presentan generalmente una mayor persistencia de rachas fuertes, y convierten la costa norte menorquina en un destino especialmente peligroso para la navegación marítima. Al mismo tiempo, el paso de frentes cargados de humedad durante la primavera y el otoño se combina con intensos períodos de sequía.
En pleno verano, las altas temperaturas se imponen y dan como resultado final un paisaje de campos amarillentos, que contrasta con el intenso verdor que impera en toda la isla durante el invierno y buena parte de la primavera. La media de temperaturas oscila entre los 28º de mes de agosto y los 10º del mes de febrero. Estas características y un régimen de vientos en constante rotación, aconsejan escoger muy bien el momento y el lugar más idóneos para el turismo.
Si te ha sido útil este artículo nos haría mucha ilusión que nos siguieras en twitter, facebook o instagram (aunque este último lo tenemos muy abandonado). Y si crees que podemos mejorar en algo por favor déjanos un comentario. ¡GRACIAS!
8 Comentarios
Hola
Muchas gracias por la info tan detallada, me será de gran ayuda
Tengo una duda, veo que lleváis chaqueta en algunas fotos, en que época del año fuisteis?
Tengo pensado viajar en 2 semanas y según hay unos 20 grados de día, que me parece genial pero no me quiero equivocar con la ropa que me lleve
Y otra cosa sí podrías ayudarme, desplazarse para conocer toda la isla sin coche se haría difícil?
Mil gracias 🤗
¡Hola! nosotros hemos estado en Baleares en diferentes épocas del año. Lo suyo es que revises el tiempo en eltiempo.es, no hay nada más preciso que eso. Respecto a desplazarte por la isla sin coche nosotros no lo recomendamos en absoluto, sobre todo si vas pocos días. Si fuera en una gran ciudad como París, Roma o Nueva York te diríamos que sin problema ¿pero en una isla como Menorca? ¿Cómo vas a llegar a calas, faros, restos arqueológicos y pueblos costeros? allí no hay líneas de autobuses. No merece la pena ir en taxi por ahorrarte alquilar un coche. Lo que sí existe es el Camí de Cavalls (el Camino de los Caballos) para recorrer toda la costa en caballo. También se podría recorrer Menorca en bicicleta, pero eso es si te sobra el tiempo.
Felicidades, guía muy completa.
Respecto a tu pregunta de los montículos de piedras, es una costumbre traída del Nepal, donde los viajeros ponen una piedra sobre otra cuando pasan al lado de la tumba de un chamán.
En Menorca es una mala costumbre, ya que altera el ecosistema al dejar sin protecció a pequeños reptiles e insectos que se ocultan debajo de las piedras. En la Costa Brava también lo hacen, pese a estar prohibido.
¡Gracias Luis! ¡Eres un crack!
Excelente guia! enhorabuena !!! nosotros vamos en unos dias
una consulta como se accede en coche hasta la cala macarella o macarelleta. Hay alguna ruta? es andando?
la he visto en las fotos y es preciosa pero me da a mi que hay que caminar bastante. Como llegasteis hasta alli?
quedo al tanto. Un saludo !
Hola Maria!!
Gracias por leernos y escribirnos este comentario. Nos encanta ver que servimos de inspiración para otros viajeros.
A Cala Macarella y Macarelleta no se puede llegar en coche. Si no se quiere hacer en el bus que opera en los meses de verano desde Ciutadella, se puede aparcar el coche en Cala Galdana y hacer un mini trekking por un tramo de Camí de Cavalls, de unos 30-40 minutos. Sin duda es la opción que os recomendamos ya que por el camino hay vistas increíbles.
Esperamos que lo disfrutéis mucho! :)
Saludos!
Daniel y Lorena
Iremos a menorca pero no sabemos conducir, como desplazarnos en transporte publico?
Hola Ana! Gracias por escribirnos. Lamentablemente no conocemos en profundidad la red de autobuses de la isla para poder ayudarte ya que nosotros siempre nos hemos movido en coche propio por la isla. Pero por ejemplo, en los meses de verano, hay servicio de autobuses específico y diario para ir a algunas de las mejores calas de la isla. Te recomendamos que visites la web oficial de transporte público de Menorca –> menorca.tib.org/es/ Aquí seguro que encontrarás los horarios y trayectos de todas las línea y os podréis organizar en función de donde os alojéis.
Saludos y buen viaje!
Daniel y Lorena