Estambul es una ciudad que nos fascina por muchos motivos. Quienes nos seguís sabéis que somos unos apasionados de la historia y el arte y Estambul en ese sentido es grandiosa. Antes de explicaros qué cosas ver y hacer en Estambul, la ciudad más visita de Turquía, os damos algunos datos sorprendentes sobre ella:
- Es la única ciudad en el mundo que pertenece a dos continentes a la vez: Europa y Asia.
- A pesar de que es la ciudad más grande y poblada de Turquía, Estambul no es la capital del país, sino Ankara.
- Fue la capital del Imperio Romano de Oriente desde el año 330 hasta 1453.
- Sus murallas son legendarias, posiblemente las mejores que ha habido en el mundo. Nadie fue capaz de conquistar la ciudad durante mil años, desde el siglo V hasta 1453.
- Ir de compras al Gran Bazar de Estambul
- Mezquita de Santa Sofía o Ayasofya Camii, la joya de Estambul
- Mezquita Azul
- Palacio Topkapi
- Visitar la Cisterna Basílica de Estambul
- Palacio de Dolmabahçe
- Iglesia de San Salvador de Chora o Kariye
- Bazar egipcio (o de las especias) de Estambul
- Salida en barco por el Bósforo hasta las afueras de Estambul
- Rustem Pasa, la pequeña joya de Estambul
- Subir a la Torre de Gálata y gozar de las mejores vistas de Estambul
- Visitar los museos arqueológicos de Estambul
- Comer un bocadillo de caballa en el puente de Gálata
- Mezquita de Solimán el Magnífico (o Süleymaniye)
- Plaza Taksim y Istiklâl Caddesi
- Dónde dormir en Estambul
- Un poco de historia de Estambul
- Planifica tu viaje
Estambul es una ciudad que cautiva por la cantidad y calidad de monumentos del pasado que atesora. En la antigüedad, antes de los turcos y tras la caída de Roma fue, durante mil años, centro de la cultura europea y del cristianismo ortodoxo con el nombre de Bizancio, por eso al Imperio Romano de Oriente se le suele llamar también Imperio Bizantino.

Os sugerimos qué ver y hacer en Estambul en 3 días:
Ir de compras al Gran Bazar de Estambul
Una de las primeras cosas que hacer en Estambul es, por supuesto, visitar el Gran Bazar, pero no solo sus calles y sus tiendas, sino el ambiente que se respira, sus colores y su autenticidad. Es un barrio comercial de unas 65 calles cubiertas. Fue construido en 1461 y hoy en día podemos encontrar casi cualquier cosa: alfombras, ropa, lámparas, joyería, etc.
Os queremos hacer una recomendación: siempre, y decimos siempre, os van a tratar de timar. Nos sois personas, ni clientes, sois dólares andantes. Tratarán de chuparos la sangre y vuestra misión es no dejaros. Veréis que esto de regatear es algo muy popular y los comerciantes son auténticos profesionales. Hay que tomárselo con paciencia y sobre todo con humor, ya que es algo típico del país.
Ellos llevan desde que nacieron regateando, son más listos que vosotros y os engañarán sí o sí, la cuestión es que no paguéis mucho más de lo que realmente valga. Al final terminaréis agotados de tanta negociación. En el Gran Bazaar, los clientes somos, mayormente, turistas, por lo que es recomendable pecar de precavidos y desconfiados a la hora de negociar y tratar siempre de comprar mínimo 3 o 4 veces por debajo del precio inicial que nos oferte el vendedor. Y jamás, jamás, jamás mostréis interés. Si el artículo os interesa miradlo lo menos posible, ellos se darán cuenta inmediatamente, pero de lo que se trata es de pagar 3 veces su precio real, en vez de pagar 5.

Mezquita de Santa Sofía o Ayasofya Camii, la joya de Estambul
El segundo monumento imprescindible que ver en Estambul es la Mezquita de Santa Sofía, construida en el siglo VI d.C. y considerada símbolo de la ciudad y una proeza de la arquitectura bizantina ya que fue durante diez siglos el monumento religioso más importante de los cristianos. Cuando entramos a visitarla, nos impresionó el tamaño de la sala principal y las colosales columnas con sus enormes medallones. Su cúpula tiene 32 metros de diámetro.
¿Sabéis qué es lo más alucinante de todo? que fue construida por los romanos y todavía sigue en pie. La última vez que se reconstruyó tras un terremoto fue en el año 562. Debió de ser tan grave como el ocurrido en el sur de Turquía en 2022, que ha tenido 60.000 muertos.

En la planta de arriba, en la galería de las tribunas, es donde se encuentran los importantes mosaicos como el de Cristo Pantocrátor, una belleza de las más valoradas del arte bizantino. Hay un impresionante mosaico que representa al emperador Constantino y la emperatriz Zoe adorando a Cristo. En pocos lugares del mundo encontraréis mosaicos de esta calidad y antigüedad. Nosotros los hemos visto en Sicilia, en Pompeya, Herculano y dicen que hay también en Rávena.
Curiosidad: Los mosaicos de la Mezquita de Santa Sofía permanecieron ocultos durante siglos. Los bizantinos eran iconoclastas (leed «El Pontificado Romano en la Historia» de José Orlandís, ahí lo explica).

Durante siglos Santa Sofia fue la iglesia principal de la Iglesia Ortodoxa Griega. Luego cayó en manos de los otomanos, se convirtió en mezquita y mucho tiempo después Atatürk la convirtió en el museo que es ahora.

La mezquita de Santa Sofia se ve desde toda la ciudad (se encuentra en el punto más alto), lo que la hace formar parte, con bastante protagonismo del «skyline» de Estambul.

Mezquita Azul
El tercer monumento que ver en Estambul, es uno de nuestro preferidos. Situada al lado del Hipódromo de Constantinopla, e inaugurada en 1617, la Mezquita Azul es considerada la más importante de Estambul. Es mundialmente conocida por este nombre por el color de los azulejos que revisten su interior, pero su nombre original es Sultanahmed Camii (Mezquita de Sultan Ahmed), por ser construida bajo el mandato de Sultan Ahmed I, con el afán de competir, junto a otros monumentos, con la maravillosa Santa Sofía (Ayasofya Camii).

Una de las características principales de esta mezquita, que la diferencia del resto, es que fue mandada construir con seis minaretes, siendo la única de la época que igualaría a La Meca en número de minaretes, lo cual provocó muchas críticas al respecto. La solución fue construir un séptimo minarete en La Meca.

Antes de entrar en cualquier mezquita, por supuesto, hay que descalzarse y las mujeres deben cubrirse el pelo y los hombros. Nosotros llevábamos unos calcetines en la mochila para no entrar totalmente descalzos con el pie descubierto. Si se os olvida el pañuelo para cubriros, no os preocupéis que os dejarán uno a la entrada.
entrar en las mezquitas no es opcional: nadie puede irse de Estambul sin visitar 4 o 5 mezquitas. Nosotros tuvimos la oportunidad de entrar a ver unas 10, y cada una era más impresionante que la anterior.
Palacio Topkapi
El cuarto monumento que ver en Estambul es el Palacio Topkapi. Fue durante cuatro siglos la residencia principal de la mayoría de los sultanes de la dinastía otomana. Hasta que se habilitó el maravilloso Palacio de Dolmabahçe a orillas del Bósforo, que también visitamos y del que os hablaremos en breve.

El Palacio de Topkapi nos pareció espectacular a pesar de la masificación de turistas. La disposición de las estructuras no tiene nada que ver a lo que estamos acostumbrados en Europa. Básicamente son pequeños pabellones de mármol, prácticamente independientes, separados por patios y jardines, a excepción del Harén, que es una edificación con un carácter más imponente y sólido. Imaginaros: sólo el Harem cuenta con aproximadamente 300 habitaciones (aunque solo se pueden visitar unas 20). Allí vivían cientos de concubinas y esclavas sexuales del sultán de turno.

¡Ah! y no os perdáis el Tesoro, son cuatro salas llenas de impresionantes joyas que nos dejaron alucinados.
Visitar la Cisterna Basílica de Estambul
Yerebatan Sarayi, más conocida como la Cisterna-Basílica, es una enorme e impresionante cisterna bizantina, que sirvió para abastecer de agua a la ciudad, procedente del acueducto de Valente. Surtía agua al Gran Palacio y, posteriormente, el Palacio de Topkapi. Se construyó en el año 532, y es digno de visitar, no solo por su historia y su belleza sino porque sale en multitud de películas como en Inferno de la saga del Código Da Vinci.

Hay 336 columnas y si observáis bien veréis que están construidas en estilos muy diferentes, porque fueron traídas de diferentes templos. La gran atracción que ver en este monumento de Estambul son las dos columnas que descargan sobre cabezas de Medusa, origen de las cuales se desconoce, colocadas una de perfil y la otra del revés porque se dice que así se anulan los poderes de petrificar a quienes se atreven a mirarlas (una chorrada):

En verano, cuando el calor aprieta en la calle, la temperatura en su interior es muy agradable, así que os recomendamos aprovechar la hora del día que más calor haga para visitarla.
¿Sabíais que James Bond estuvo aquí? Este lugar formó parte de una de las escenas de la película Desde Rusia con Amor, donde James Bond. Aparece en la cisterna sobre una barca, tal y como antiguamente se podía visitar hasta el siglo XIX.
Palacio de Dolmabahçe

El sexto monumento que ver en Estambul está a orillas del Bósforo y en la parte europea de la ciudad, el magnífico palacio construido en 1842-1856. Nosotros hemos visitado literalmente casi un centenar de palacios en Europa, desde Inglaterra, Francia, Hungría, Italia, España, Portugal, Grecia, Bélgica o Croacia, y este nos gustó especialmente. No es ni el más grande, ni el más bonito, ni el más lujoso, pero tiene un algo especial que nos enamoró.

La visita en el interior se realiza en grupo con guía y no está permitido hacer fotos, por eso nosotros no ponemos ninguna. En la sala principal destaca la enorme araña de Cristal de Bohemia que cuelga del techo, que pesa unas 4 toneladas. Es otra visita obligada entre las cosas que ver en Estambul, digan lo que digan las guías de viaje y los comentarios de tripadvisor.

Iglesia de San Salvador de Chora o Kariye
El séptimo monumento que ver en Estambul es San Salvador de Chora, que en griego significa “en el campo, extrarradio o fuera de la ciudad”, y es que en el siglo IV existió un monasterio con este nombre que se encontraba fuera de las murallas de Constantinopla. En el siglo V, Teodosio II hizo erigir unas nuevas murallas dejando esta iglesia en el interior de los muros defensivos, conservando igualmente el nombre. En la actualidad, de la original iglesia, solo ha quedado el nombre. Un devastador terremoto no permitió su reconstrucción, el emperador Justiniano mandó construir una nueva iglesia más grande con el mismo nombre a principios del siglo VI.

Los mosaicos que hay en su interior, dicen que son de las cosas más bonitas que ver en Estambul, y con razón. No os lo podéis perder. Fue lo que más le gustó a Lorena, y a mí (Daniel) qué quieres que te diga… me gustaron, pero yo soy más de monumentos romanos.

Son del siglo XIV y se han conservado hasta hoy gracias a que fueron cubiertos con una capa de yeso cuando los turcos conquistaron la ciudad y el monasterio fue convertido en mezquita. El islam no permite representar figuras humanas. Finalmente, fue convertida en museo, y gracias a ello, hoy podemos disfrutar de sus maravillosos frescos y mosaicos, en medio de unas callejuelas que podrían limpiarlas un poquito la verdad. Si no te lo cuentan nunca te imaginarías que hay esta maravilla en medio de un barrio tan humilde.

Bazar egipcio (o de las especias) de Estambul
La octava cosa que hacer en Estambul es visitar su bazar de las especias. Se trata de otro de los mercados cubiertos que hay que ver en Estambul. Los colores y el olor de las especias, lo hacen un lugar único. Es una pena que en la actualidad las tiendas de ultramarinos al estilo antiguo solo sean 6 ¡debió de ser impresionante en su día!
Se llama egipcio obviamente porque antiguamente se vendían productos que provenían mayoritariamente de Egipto. A las puertas del Bazar Egipcio existe una antigua tienda de café turco Kurukahveci Mehmet Efendi, donde se dice que venden el mejor café turco de la ciudad.

Salida en barco por el Bósforo hasta las afueras de Estambul
La novena cosa que hacer en Estambul es comprar un billete de barco para ver la ciudad desde el mar. Se toma en la estación marítima que hay junto al puente de Gálata. La excursión merece la pena ya que las orillas del Bósforo albergan bonitas edificaciones y fortalezas muy bien conservadas. De verdad, no os lo perdáis, merece mucho la pena.

El crucero termina con una parada en el pueblo de Anadolu Kavagi donde, desde la fortaleza bizantina de Murat IV, se puede ver el mar negro. La fortaleza no es para tirar cohetes, pero la visita merece la pena, hacednos caso.

Se pueden comprar los billetes del crucero en el puente de Gálata, con uno o dos días de antelación, para no quedarte sin plaza o bien, existe la opción de reservarlo online a través de los enlaces que os dejamos a continuación:
Rustem Pasa, la pequeña joya de Estambul
La décima cosa que ver en Estambul es otra mezquita. Aunque puede pasar desapercibida la mezquita de Rustem Pasa no puede faltar en vuestra lista. Es una pequeña mezquita y un ejemplo del estilo otomano de una belleza insultante. La construyó el arquitecto Sinan en el año 1561 y es una de sus obras maestras. A diferencia de las otras mezquitas de la ciudad, ésta se erige sobre una bóveda elevada, para que a pie de calle puedan situarse los comercios. Por otro lado, esta mezquita no tiene antepatio. Uno de sus atractivos principales son las piezas cerámicas de Iznik que decoran sus paredes interiores.

Subir a la Torre de Gálata y gozar de las mejores vistas de Estambul
La undécima cosa que hacer en Estambul es subir a La Torre de Gálata, construida por los genoveses en el siglo XIII. Desde arriba se puede gozar de una de las mejores panorámicas del Estambul antiguo y sus mezquitas imperiales. no os queremos aburrir con la historia de esta torre, pero chafardear un poco por internet, es asombrosa.

Visitar los museos arqueológicos de Estambul
La duodécima cosa que hacer en Estambul en 3 días es visitar los edificios que forman el complejo de los Museos Arqueológicos. Se encuentran al lado del palacio de Topkapi: Museo del Antiguo Oriente, Museo de la Cerámica y el Museo Arqueológico. en este último está el sarcófago de Alejandro, y que se encontró en el Líbano a finales del siglo pasado, en muy buen estado de conservación, y es la pieza más importante.

Se llama el sarcófago de Alejandro Magno por sus paneles esculpidos con escenas del famoso general griego, pero NO es la tumba de Alejandro Magno. La auténtica tumba estaba en Alejandría, en Egipto, y no se sabe dónde se encuentra exactamente. Fue expoliada durante siglos por emperadores romanos que se llevaron hasta el escudo que tenía el cadáver entre las manos. Esto es lo más parecido a la tumba de Alejandro que se pueda encontrar en el mundo, más que nada porque es contemporánea del general (y de una belleza y un detallismo que pone los pelos de punta).
Otra pieza que nos llamó la atención fue el poema de amor más antiguo del mundo, a los más románticos seguro que os gustará. Está escrito en escritura cuneiforme:

Comer un bocadillo de caballa en el puente de Gálata
La decimotercera cosa que ver y hacer en Estambul es visitar el Puente de Gálata. Se construyó en 1994 y se encuentra en el conocido Cuerno de Oro. Está abarrotado de pescadores a lo largo de todo el puente. Pescan y venden lo que consiguen a los restaurantes y bares que hay en la parte inferior. Se ha convertido en una atracción típica de la ciudad: comer bocadillo de caballa pescada en el Bósforo. Todavía hoy recordamos el sabor de los pescados y nunca, nunca hemos podido encontrar nada igual ¡buenísimo!

Mientras paseábamos por el puente, pudimos ver a dos delfines que se divertían saltando muy cerca. No sabemos si es algo habitual por la cantidad de peces en la zona, o es que fuimos muy afortunados. También los vimos mientras dábamos una vuelta en barco.

Desde la otra orilla podemos observar una vista magnifica de Yeni Camii (o Mezquita Nueva), que se construyó entre el 1597 y el 1660. Lo mejor de esta mezquita es su situación en la plaza Eminönü en frente al puente.
Mezquita de Solimán el Magnífico (o Süleymaniye)
La decimocuarta cosa que ver en Estambul vuelve a ser una mezquita, pero no una mezquita cualquiera, sino la de Solimán el Magnífico. Es la más grande de la ciudad después de Santa Sofía. La mandó construir él mismo junto a un Külliye (barrio de alrededor), compuesto por varios edificios. Él quería una construcción digna de la grandeza de su reino. Nos encantó esta mezquita no solo por su tamaño, sino por un equilibro arquitectónico que lo convierte en un edificio bonito hasta decir basta. Un patio con 24 pilares de mármol blanco procedentes del hipódromo del antiguo imperio romano, y un interior con una sala de proporciones impresionantes y una acústica sorprendente ¡y qué sonoridad!

Plaza Taksim y Istiklâl Caddesi
La decimoquinta cosa que hacer en Estambul es visitar la conocida plaza Taksim, es uno de los principales núcleos de Estambul que alberga un monumento conmemorativo de la guerra de la independencia. En sí, la plaza no es nada del otro mundo, pero sí es interesante llegar hasta ella por la calle Istiklâl; una calle peatonal y siempre abarrotada de gente, con su característico tranvía pasando por el centro. Merece la pena un paseo.
Esta plaza ha sido durante años el centro de todas las protestas que ha habido en Turquía, si algo pasa, cualquier reivindicación social, seguro que empieza en la plaza Taksim.
Dónde dormir en Estambul
Si después de haber leído esta lista de las cosas que ver y hacer en Estambul, os han entrado unas ganas tremendas de ir a visitar la ciudad, os recomendamos este hotel que os acabará de convencer. Y si para las fechas que vais lo encontráis lleno o algo caro, podéis encontrar hoteles baratos aquí.
Un poco de historia de Estambul
La ciudad la fundaron los griegos en el «tercer año de la trigésima olimpíada», o lo que es lo mismo, en al año 667 a.C., aunque se dice que ya había un asentamiento bárbaro anterior.
El emperador romano Constantino, en el siglo IV rebautizó la ciudad con el nombre de Nueva Roma, pero con el tiempo se la conoció como Constantinopla, que viene de Konstantinou-poli (la ciudad de Constantino). El emperador se dedicó a expoliar estatuas y tesoros de todo el imperio para llevarlos a su nueva capital, incluyendo cuadrigas, obeliscos, papiros y columnas. Durante más de mil años fue el faro de la cultura de occidente hasta que en 1453 la ciudad fue tomada por los otomanos, y pasó a llamarse Estambul.

Si visitáis Turquía, seguro que oiréis hablar mucho de Atatürk (Mustafa Kemal), aun héroe nacional mitificado, como tantos y tantos que hay en países que hemos visitado. Atatürk fue el primer presidente de la República de Turquía, después de haber sido desmantelado el Imperio Otomano por las potencias aliadas en la Primera Guerra Mundial. Atatürk encabezó el movimiento nacionalista turco, que llevó a cabo la Guerra de Independencia Turca y la declaración de la República de Turquía en 1923. Encontraréis esculturas, colegios, plazas y calles con su nombre por todas partes.
Os recomendamos leer el libro «Constantinopla» de Isaac Asimov, título que hace referencia al nombre que tuvo la ciudad durante el Imperio Romano.