El castillo de Chambord (o Château de Chambord en francés) es el más grande de los castillos del Loira en Francia y el más visitado, junto con el castillo de Chenonceau. Sus dimensiones y su belleza son simplemente asombrosas: 426 habitaciones, 282 chimeneas, 156 metros de fachada… todo en él es desmesurado. Fue un capricho ordenado edificar por el rey francés Francisco I en 1519, más que nada para alardear en las visitas de soberanos extranjeros. Después de una azarosa historia, que os contaremos en detalle, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1981. Los rincones más conocidos del castillo de Chambord son su sorprendente escalera doble de caracol (inspirada en bocetos de Leonardo da Vinci), única en el mundo, y sus magnificas terrazas de cuento de hadas, con vistas al parque forestal cerrado más grande de Europa. Te van a dejar sin aliento.

El reflejo del château de Chambord en las aguas del canal es una de las imágenes más icónicas, no solo del Valle del Loira, sino de toda Francia. Es complicado hacer una foto y que no salga bonita.
Nosotros estuvimos una semana completa visitando todos los palacios que pudimos y este nos gustó especialmente. Es mágico. Si estás planeando una ruta por los castillos del valle de Loira este tiene que ser una parada obligatoria.
- Visitar el castillo de Chambord
- ¿Qué significa château de Chambord?
- Historia del castillo de Chambord
- Francisco I y el castillo de Chambord
- ¿Quién construyó la château de Chambord?
- Leonardo da Vinci y el castillo de Chambord
- Otros arquitectos del castillo de Chambord
- Secuestro del rey Francisco I y paralización de las obras del palacio de Chambord
- Regreso de Francisco I al castillo de Chambord
- El torreón central de la château de Chambord
- La torre norte del castillo de Chambord
- La cámara de Francisco I en la château de Chambord
- Los propietarios del castillo de Chambord tras Francisco I
- 1930: El Estado francés adquiere el palacio de Chambord
- La château de Chambord y la caza
- Licor del castillo de Chambord
- Planifica tu viaje
La historia del castillo de Chambord es muy interesante, pero como es un poco extensa la hemos dejado para el final (ya sabéis que a Dani este tema le apasiona). Si tenéis cualquier duda por favor dejarla en comentarios.
Visitar el castillo de Chambord

El castillo de Chambord fue el segundo castillo que visitamos en nuestra ruta por los castillos del Valle del Loira. Una de las cosas que nos sorprendió saber fue que, a pesar de haber pasado tantos años, el castillo que vemos hoy se conserva, prácticamente tal como se diseñó; sin cambios notables respecto al original. Se desconoce el autor original del proyecto pero se sospecha sobre la posible participación de Leonardo da Vinci, que de ser cierto no habría podido ser testigo de su construcción ya que falleció antes de que empezaran las obras.

Arquitectura de la château de Chambord
El castillo de Chambord es de estilo renacentista francés, de formas y distribución aparentemente complejas, pero que, en realidad, es un edificio de líneas muy claras. Sus proporciones son moduladas siguiendo claros principios matemáticos, de simetría, y la teoría del número áureo. En el torreón central de planta rectangular se sitúa, quizás, lo más destacable del castillo: la famosa e ingeniosa escalera de doble hélice de Chambord.
La escalera de Leonardo Da Vinci
Seguro que muchos os estaréis preguntando qué tiene de especial esta escalera ¿Por qué todo el mundo habla de ella? Pues no os preocupéis, os lo contamos. Se trata de una escalera circular de dos tramos entrelazados, diseñada de tal forma que dos personas utilizando los diferentes tramos en el mismo momento y en sentido contrario jamás pudieran encontrarse pero sí verse. Lo entenderéis todo cuando viváis la experiencia en vuestra propia piel. Sin duda, una obra maestra que solo pudo diseñar alguien muy ingenioso.

Se sospecha que algo tuvo que ver Leonardo da Vinci en el diseño de la escalera de Chambord. Aunque no pudo ser elaborada por él, puesto que murió antes de empezar las obras, sí que se conocen bocetos y diseños suyos de escaleras parecidas. Además, Leonardo pasó los 4 últimos años de su vida, hasta que murió en 1519, en el castillo de Clos Lucé situado en Amboise, una ciudad a unos 54 km de Chambord.

Esta escalera, además, es la arteria principal del castillo de Chambord, desde donde se articulan todas las estancias y niveles. El gran protagonista del edificio que no pasa desapercibido para nadie.
Además de la escalera, hay más cosas interesantes que ver en la visita al castillo. Una de ellas, en la primera planta, es el dormitorio de Luis XIV (el Rey Sol), una de las estancias más impresionantes del edificio.

Decoración y tejado de la château de Chambord
Al visitar Chambord, veréis salamandras en muchas de sus estancias y muros. Hay hasta 700 en todo el castillo. No se trata únicamente de un elemento decorativo porque a alguno de sus reyes se le encaprichara este animal, sino que este era el emblema del rey Francisco I y su lema es algo así como «Me alimento del buen fuego, apago el malo«. Fijaros bien en las bóvedas adornadas y veréis además la F, la inicial de su nombre.

Sabías que…
El castillo de Chambord sirvió de escondite de la Gioconda de Leonardo da Vinci durante la Segunda Guerra Mundial.
La escalera conduce hacia las diferentes plantas, la linterna y la azotea. En la azotea uno se encuentra de repente entre un aparente caos de chimeneas, cúpulas, pararrayos y linternas. Desde aquí, las vistas al exterior a los jardines y la son espectaculares.

Exteriores de la château de Chambord
Los alrededores del castillo de Chambord siguen utilizándose en la actualidad como coto de caza de uso exclusivo y está reservado al gobierno. Con sus 5.440 hectáreas, es el parque cerrado más grande de Europa y en él viven animales salvajes como jabalíes, ciervos y corzos.
Se puede visitar una parte del bosque, unas 1.000 hectáreas están abiertas al público para pasear, hacer excursiones a pie, en bici o a caballo e ver a los animales en libertad desde observatorios dispuestos en algunas zonas.

Antes de iros, os recomendamos ver el atardecer desde la parte trasera del castillo, donde un foso llenado con aguas del Closson, refleja la imagen de Chambord creando una imagen única que seguro que os gustará fotografiar.
Cómo llegar al castillo de Chambord
Para visitar el castillo de Chambord, o hacer la ruta por los castillos del Loira, la mejor manera es hacerlo con un vehículo. Nosotros fuimos con nuestro coche pero muchos optan por viajar a París en avión y alquilar allí un coche.
Si preferís no conducir, también es posible contratar una excursión como esta desde París. O ir en tren desde París hasta Amboise o Tours en un trayecto de menos de 2 horas y contratar allí la excursión.
Mapa de Chambord
Horarios y precios
En su web oficial encontraréis toda la información actualizada acerca del Castillo de Chambord.
nov – mar | abr – oct |
9:00h-17:00h | 9:00h-18:00h |
CERRADO: 1 ene, 30 nov y 25 dic
Precio:
- 14,50 euros (reducida 12 eur)
- Gratuito para niños hasta 18 años y para jóvenes de la Unión Europea menores de 26 años.
- Aparcamiento automóviles y motocicletas: 4-6 eur/día (según P0 o P2)
Reserva aquí tu entrada al castillo de Chambord y evita las colas.
Dónde dormir cerca del castillo de Chambord
La ciudad más cercana al castillo de Chambord es Blois por lo que es un buen lugar alojarse aquí para su visita. Si la idea es hacer una ruta de varios días por los castillos del Loira, entonces lo mejor es decidir primero cuáles se quieren visitar y elegir alojamientos entre las diferentes ciudades de la zona como Amboise, Tours u otras.
En este mapa podréis ver y comparar entre los diferentes hoteles que hay por la zona cercana al castillo.
Booking.com¿Qué significa château de Chambord?
Chambord significa literalmente «paso en la curva», o lo que viene a ser lo mismo, un vado. Originalmente el nombre venía de la lengua de los galos que habitaban la zona antes de la llegada de los romanos.
En este lugar había un pequeño pantano que se podía salvar por medio de un puente. Quizá fue ese puente el que originó el nombre de «paso de la curva». En el testamento del conde de Blois (1307) ya se menciona un puente, aunque obviamente no sería el mismo que el original, hacía más de 1200 años que Julio César sometió a las tribus celtas.
Historia del castillo de Chambord
La primera construcción de la que tenemos noticia en donde ahora está la château de Chambord es un torreón fortificado del siglo XII, propiedad de los condes de Blois. Les servía como defensa, alojamiento y como pabellón de caza.
Los duques de Orleáns sucedieron a la casa de Châtillon como condes de Blois en el año 1397, y por casualidades de la vida, justo un siglo después, en 1498, uno de sus descendientes se convirtió en rey de Francia: Luis de Orleáns.
Luis de Orleáns pasó a llamarse Luis XII, y durante su reinado su yerno Francisco de Angoulême fue quien disfrutó cazando en los bosques de Chambord y Boulogne.
Francisco I y el castillo de Chambord
El joven Francisco de Angoulême vivía en el castillo de Blois, a algo más de tres horas a pie, y pasó mucho tiempo en su juventud cabalgando cerca del viejo torreón. Solía quedarse a cenar y pasar la noche rodeado de perros y sirvientes. Las malas lenguas cuentan que frecuentaba tanto el lugar porque tenía como amante a una condesa que vivía cerca de allí. Sea como fuere Francisco amaba este paisaje de bosques, estanques y corrientes de agua, y cuando por una carambola del destino se convirtió en rey (a los 20 años) terminó decidiéndose a construir una nueva residencia en la château de Chambord.
Ningún otro rey construyó y mejoró tantos castillos del valle del Loira como Francisco I (entre ellos el vecino castillo de Blois). Con el castillo de Chambord la intención fue levantar el palacio más grande y fastuoso de Europa, aunque no se diseñó para que fuera una residencia permanente. El terreno era ideal para la caza, pero muy poco propicio para levantar una mole de semejantes dimensiones. Se tuvieron que drenar los terrenos, allanar el suelo y hacer trabajar a 1.800 obreros la vez.
¿Quién construyó la château de Chambord?
Francisco I pretendió ser un hombre del Renacimiento, y aunque muy dado a los placeres mundanos (sobre todo a las fiestas, la caza y las mujeres), también se sabe que se involucró en sus propios proyectos. Pero el primer arquitecto de Chambord del que tenemos noticia es Domenico Bernabei da Cortona, ingeniero italiano que había seguido a Carlos VIII hasta Francia. Es el autor de una maqueta de madera que se parece mucho al futuro torreón del palacio de Chambord, pero eso sí, el diseño de la escalera de la maqueta es más «moderno» que el que finalmente se hizo.

No sabemos con seguridad quién hizo los planos del palacio de Chambord, pero sin duda el más famoso de los que pudo influir fue Leonardo da Vinci.
Leonardo da Vinci y el castillo de Chambord
Leonardo da Vinci en los años inmediatamente anteriores a la construcción de la château de Chambord vivía junto al castillo de Amboise (1516), pero no pudo ser el autor porque murió cuatro meses antes de iniciarse la construcción. No obstante dibujó muchos proyectos de escaleras de caracol con hélices combinadas que inspiraron a la que finalmente se construyó en Chambord. Especialmente famoso es un diseño de escalera en el que los que suben nunca se cruzan con los que bajan.
Leonardo da Vinci también fue el autor de los diseños de un enorme castillo anexo a Chambord, que nunca se llegó a construir debido a la muerte del artista llamado Romorantin.
Nosotros tuvimos la oportunidad de ver la casa donde vivió Leonardo da Vinci en Amboise. Está recién restaurada y contiene un pequeño museo. Toda las estancias y el edificio son increíblemente fotogénicos. ¡No dejéis de llevar la cámara de fotos!
Otros arquitectos del castillo de Chambord
Finalmente las obras fueron confiadas en septiembre de 1519 a François de Pontbriand y a Jacques Sourdeau. Ambos habían trabajado juntos en los castillos de Amboise y Blois. Primero fue necesario demoler el viejo torreón de caza Chambord y construir en un terreno pantanoso cimientos de 5 metros de profundidad, sobre pilotes y peñascos sumergidos. Nicolas de Foyal y Trinqueau continuáron las obras.
Secuestro del rey Francisco I y paralización de las obras del palacio de Chambord
Los sueños de Francisco I de convertirse en un nuevo Carlo Magno y ser el emperador de Europa tuvieron un único adversario: Carlos I de España y V de Alemania. El soberano español era el únicomonarca de la Europa de su tiempo que podía hacer sombra al poder de Francisco I y reino de Francia.

Francisco I y Carlos V se enfrentaron en interminables guerras a lo largo de toda su vida. En una de esas batallas, en la batalla de Pavía en 1525, el rey de Francia fue capturado por tropas españolas y llevado prisionero a Madrid (la tradición dice que estuvo preso en la Torre de los Lujanes, que todavía se conserva).
Después de pagar un rescate humillante (4 toneladas de oro), entregar algunos territorios y ceder a dos de sus hijos como cautivos (Francisco y Enrique) Francisco I fue liberado.
Regreso de Francisco I al castillo de Chambord
A su regreso, en 1526, Francisco I dio nuevo impulso a la construcción, con Charles de Chauvigny como superintendente, Forget como tesorero y Trinqueau como maestro albañil.
La château de Chambord se ordena, simbólicamente, a partir de una habitación cuadrada limitada por torres redondas, forma tradicional del torreón francés, centro del poder real que ejerce todo señor. El rey de Francia quiso tener un ala del castillo para él solo, tan grandiosa como fuera posible y separada de todas las demás. No obstante eso rompía los principios de simetría del Renacimiento italiano, por lo que se edificó un ala simétrica y opuesta y dedicada a Dios (una capilla). De esta forma el castillo guardaría su simetría.
El torreón central de la château de Chambord
El torreón central tiene como eje la prodigiosa escalera de la château de Chambord cuyas dos rampas helicoidales se elevan, independientes, alrededor de una columna central. La decoración esculpida de los capiteles, de las consolas, de los nichos, de las bóvedas artesonadas, armonizan las formas del siglo XV francés, aun góticas, con las del siglo XV italiano, ya clásicas.
Estas rampas dan acceso, sin encontrarse, a los cuatro rellanos con forma de cruz griega de los cuatro ángulos de cada piso del torreón. Cada ángulo forma un apartamento completo, así como cada piso de las cuatro torres angulares, de modo que hay ocho apartamentos por piso; a los de las torres se accede por un pasaje a lo largo del muro del torreón.
Los treinta y dos apartamentos son independientes, compuestos por una gran cámara y dependencias en el entresuelo, todos provistos de chimeneas, y los de las torres con pequeñas escaleras de caracol. Según la costumbre establecida en el siglo XVI, los retretes están instalados en el desván, para favorecer una adecuada ventilación.
Los tres pisos del torreón están divididos, a la italiana, por pilastras superpuestas que decoran regularmente la fachada sin corresponder necesariamente con las aberturas, y por dobles bandas de frisos, en una cuadrícula regular. La prodigiosa proliferación de campanarios, torres, chimeneas y linternas que se alzan sobre la terraza tenía en tiempos de Francisco I, además, fontanerías bañadas de oro fino.
La torre norte del castillo de Chambord
La torre norte del recinto y los apartamentos de Francisco I, en ángulo sobre la cortina nordeste fueron construidos a partir de 1539, y conectados durante los años 40 al torreón por una galería de servicio sobre el muro. Esta parte de los trabajos fue supervisada por la viuda de Jean Breton, señor de Villandry.
En la misma época se comenzaron la torre oeste del recinto y el ala sudoeste, conectadas igualmente al torreón. Las escaleras de Francisco I (torre norte) y de Enrique II (torre oeste) fueron agregadas en saledizo, como también el oratorio, ubicado en el ángulo que forman hacia afuera la torre norte del recinto y la cortina, en el arranque de una escalera que debía conectar el pie de la torre con la galería. En la misma época fueron construidas las alas bajas de las dependencias.
La cámara de Francisco I en la château de Chambord
La vida en la château de Chambord estuvo hecha de momentos de intensa actividad seguidos por largos períodos de total abandono. Cuando venía el rey, toda su casa lo precedia y lo seguía, todos los ministros y oficiales de su gobierno, la casa de la reina, las de los príncipes. La caravana real transportaba cofres, lechos, colgaduras, tapices, obras de arte, libros, tablados, mesas y sillas, todo cuanto sea necesario, incluido lo superfluo, para asegurar la vida privada y pública del rey, de la corte, del gobierno.
Los carruajes de los proveedores llegaban desde ciudades, aldeas y fincas por todos los caminos: es toda una ciudad a la que hay de golpe que dar de comer y beber, vestir, servir, incluso distraer, cuando un día antes apenas había algunos oficiales, un taller y una pequeña aldea. Además estaban las cacerías reales, que recorrían cada día algún rincón de la vasta finca.
Cuando la corte se retiraba el inmenso castillo desierto parecía abandonado desde hace siglos; los bosques y los caminos quedaban vacíos y el viajero descubría en su recorrido un palacio maravilloso y extraño pues ha quedado deshabitado, como por encanto.
Francisco I visitó la château de Chambord por última vez en febrero-marzo de 1545. Desde hacía 18 años, los encantos de Fontainebleau distraían del valle del Loira a este inconstante monarca. Tal vez lamentara no haber logrado llevar a término todo su proyecto: no había podido, entre otras cosas, desviar el Loira hasta los muros del castillo. Aunque de tanto en tanto el Loira se desborda e inunda la torre en la que dormía el rey Francisco I.
Los propietarios del castillo de Chambord tras Francisco I
Su hijo Enrique II, Catalina de Médicis y los hijos de ambos, de los cuales tres fueron reyes, vinieron al castillo de Chambord, sobre todo a cazar. La anécdota de Carlos IX forzando, sin perros, un ciervo, se ha vuelto célebre. Enrique IV abandonó completamente la finca, pero su hijo menor, Gaston de Orleáns residió aquí a menudo, viniendo de su confinamiento en Blois, lo cual lo llevó a comenzar algunas restauraciones ya indispensables. La corte de Luis XIV hizo cubrir el ala oeste y las dependencias. Las primeras representaciones del «Monsieur de Pourceaugnac» y del «Burgués Gentilhombre» tuvieron lugar en Chambord.
Luis XV, en 1725, hospedó en la château de Chambord por 8 años a su suegro, Stanislas Leszczynski, rey destronado de Polonia y último duque de Lorena, el cual tronó contra la insalubridad de un castillo poco mantenido y muy húmedo. A partir de 1746 este mismo rey ofreció la finca, como retiro, al mariscal Maurice de Saxe, que alojó aquí su regimiento y vivió con total desenfreno celebrando una y otra vez fiestas llenas de alcohol y sexo. Ocultaba en la real habitación sus tumultuosos amores con la actriz Adrienne Lecouvreur. Murió aquí en 1750 en circunstancias bastante extrañas.
Tras haber escapado a las piquetas revolucionarias, el castillo fue ofrecido por Napoleón al mariscal Berthier y vendido por la viuda de éste. Es adquirido por suscripción nacional en 1821 para el hijo del duque de Berry, Henri, que se convierte en conde de Chambord. Cuando los monárquicos, en 1871, lo llamaron para ocupar el trono, el príncipe se negó a aceptar la corona porque no aceptaba la bandera tricolor francesa que asociaba la revolución. No se nos ocurre una manera más estúpida de perder unreino
Los coches de gala que se encargaron fabricar para su triunfal entrada en París nunca se llegaron a utilizar por la absurda negativa del príncipe Henri. Allí siguen aparcados en el mismo sitio desde hace 150 años, se pueden visitar al comprar la entrada a Chambord.
1930: El Estado francés adquiere el palacio de Chambord
El castillo está hoy completamente restaurado; sus fosos, cegados en el s. XVIII, han sido cavados de nuevo y alimentados por el Cosson. Se halla en un estado de perfección y mantenimiento que sorprendería sin duda a todos aquéllos que antaño
han vivido en él. La multitud de turistas ha reemplazado a la de la corte, y recorre los laberintos de este universo a la vez grandioso y familiar; es posible pasearse durante horas, descubrir nuevas cámaras, puntos de vista inesperados, detalles sabrosos,
recorrer las terrazas, extender la mirada hacia jardines y bosques, apoyados en las balaustradas, como quienes seguían, escuchando y mirando, los episodios de las cacerías reales a través de la inmensa finca.
La Conservación del castillo mantiene el monumento amueblado en modo más completo de cuanto lo haya estado jamás. Los apartamentos reales del ala de Francisco I permiten encontrar la decoración del príncipe constructor, su cámara, la sala de audiencia y su gabinete de trabajo con la bóveda adornada de iniciales, flores de lis y salamandras, animal emblemático del rey Francisco.
Los apartamentos del torreón actualmente evocan los salones de Luis XIV, del mariscal de Saxe y del conde de Chambord.
La château de Chambord y la caza
Una exposición permanente está igualmente consagrada a la caza con bellas colecciones prestadas por el Museo de Caza del Hôtel Guénégaud, de París (fundación Sommer).
De la caza, en efecto, ha nacido la château de Chambord. El castillo no tendría ni sentido ni encantos sin los bosques, los estanques, los arroyos y las llanuras en donde viven en 5.500 hectáreas, en un recinto murado de 33 Km de perímetro, ciervos, corzos y jabalíes, vasta reserva de la fauna salvaje francesa.
1.000 hectáreas (la superficie media de una aldea francesa) están abiertas a los visitantes, que aprenden aquí a conocer a los animales en libertad, desde observatorios dispuestos frente a calveros rodeados de bosques, o recorriendo, a pie o a caballo, los senderos y las avenidas de la finca.
Armonizando las perfecciones de la naturaleza y de la creación humana, la château de Chambord es a la vez encanto, belleza, inspiración y composición. Las fiestas y las artes hallan aquí más que un cuadro, más que un simple decorado: un poder de acompañamiento, una complicidad creadora, un encanto que hacen los conciertos más bellos y los espectáculos más mágicos. Por cierto, hablando de conciertos, en youtube podéis encontrar grandes conciertos celebrados por famosos Dj’s franceses en Chambord.
Licor del castillo de Chambord
Para los amantes de los licores, el castillo de Chambord es conocido también por ser donde se elabora uno. Es un licor de sabor afrutado y dulce de frambuesas y moras. Nosotros no hemos tenido el gusto de probarlo pero quizás se pueda hacer en alguno de los restaurantes de la zona.
1 Comentario
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