Un error muy común es pasar por alto todo lo que hay que ver y hacer en Jerez de la Frontera cuando se visitan las dos grandes ciudades de la zona: Sevilla y Cádiz. Un clima privilegiado, calles bordeadas de palmeras, deliciosa comida regional ¿qué más se puede pedir para ser el lugar perfecto para tus próximas vacaciones? Jerez tiene el mismo encanto andaluz pero sin las multitudes de otras ciudades, y además es la cuna de uno de los mejores vinos del mundo: el vino de jerez.
Pero no te equivoques, es una parada obligatoria para cualquiera que quiera sumergirse en la cultura del vino español, pero tiene muchos más atractivos. Quédate con nosotros y te daremos a conocer las cinco mejores cosas que ver y hacer en este encantador pueblo andaluz que es Jerez de la Frontera.
Lo primero es decidir una base de partida donde recorrer la zona. Nosotros escogimos una finca rural a unos 5 kilómetros de la población. Un antiguo lagar (donde se prensaba la uva) del siglo XIX, que ha sido reformado recientemente con todo tipo de comodidades. Cuenta con cuadras de caballos de pura raza española (yeguas), una colección de carruajes, amplias zonas comunes, un enorme jardín y una piscina. Hay que darse prisa en reservar porque solo hay 8 habitaciones. Por ponerle una pega hay que decir que uno se siente tan a gusto que apetece pasar el día allí, y corres el riego de perderte los atractivos turísticos del territorio. El alojamiento se llama La Carreña, y si preguntáis por la zona lo conocerán porque es muy utilizado para bodas y eventos (se puede alquilar el alojamiento entero con una capacidad para 17 personas).
1. Visitar una bodega de vino de Jerez
La ciudad de Jerez de la Frontera es sinónimo de vino. Se produce en la zona y se envejece en las ciudades de Jerez pero también en las de Sanlúcar de Barrameda y en El Puerto de Santa María. Estas tres poblaciones conforman el “triángulo de Jerez”. Está terminantemente prohibido visitarla ciudad y no entrar en una de sus bodegas.
No es difícil encontrar agencias que hagan «tours de vino», es quizás la primera cosa que ver y hacer en Jerez de la Frontera. La que nosotros visitamos fue Bodegas Díez Mérito. Una empresa familiar que lleva alegrando la vida a la gente ¡desde 1876! Está en la calle Diego Fernández Herrera, 4.
2. Visitar los míticos bares de tapas de Jerez de la Frontera
Una leyenda popular, probablemente cierta, es que las tapas españolas se inventaron en Jerez. Tradicionalmente se colocaba un pequeño trozo de pan sobre los diminutos vasos de Jerez a modo de «tapa», de ahí la palabra. Esto protegía el vino de la arena y las moscas.
Si estás buscando el lugar perfecto para probar tapas en Jerez, tienes que visitar un tabanco. Los tabancos servían (y sirven) tanto como tabernas donde se podía disfrutar del vino de Jerez y picar tapas típicas, como de lugares donde se podía comprar vino a granel. Surgieron en el siglo XVII, y todavía hay varios repartidos por el centro de la ciudad. Uno de los más famosos es el Tabanco San Pablo (Calle San Pablo, 12), que data de 1934. Si lo que buscas es una versión moderna del tabanco tradicional, prueba El Almacén (Calle Latorre, 6), en el centro de la ciudad. No te vayas sin probar sus buñelos de bacalao.
¡Ah! hay una Ruta de Tabancos oficial que hacer en Jerez de la Frontera. Pregunta a los lugareños o, si lo prefieres, puedes reservar una ruta de tapas con guía local, aquí:
3. Viajar en el tiempo en el Alcázar de Jerez
Si bien el Alcázar de Jerez es más pequeño y menos conocido que el famoso Alcázar de Sevilla, a todos los interesados en la arquitectura o la historia les encantará visitar esta monumental obra morisca. Construida en el siglo XI bajo el dominio musulmán, esta fortaleza es ahora uno de los grandes atractivos turísticos de la zona. Las fabulosas torres, los patios y las murallas son visitables. En el interior hay una prensa de aceite de oliva, una antigua farmacia y baños árabes. La entrada cuesta apenas cinco euros y merece mucho la pena, entre otras cosas porque no hay aglomeraciones. ¿Dónde vas a encontrar en Europa una fortaleza árabe de estas características? La dirección es calle Alameda Vieja, s/n.
Se puede hacer esta visita con un/a guía local experto/a en arte e historia, reservando en el siguiente enlace:
4. Perderse dentro de un palacio
¿Alguna vez has querido echar un vistazo a la vida de la aristocracia española? Una visita al Palacio del Virrey Laserna es tu oportunidad de hacer exactamente eso. Es propiedad de la misma familia desde el siglo XIII, y todavía viven en ella. Se ha transmitido de generación en generación, y solo es visitable desde 2015. Aunque hubieras visitado Jerez hace años es imposible que lo hubieras visto.
El palacio ha sido la residencia del Conde de los Andes desde el siglo XVIII. El propio Conde de los Andes es el que enseña los interiores. La entrada es de 7 euros y puedes hacer la visita guiada en inglés, francés o español. Dura unos 40 minutos. Se puede ver en Jerez de la Frontera siguiendo la siguiente dirección: es C/ Conde de los Andes, 8. Cuesta creer cómo han podido conservar todas estas antigüedades, arte y reliquias familiares. Es un museo más que recomendable para los amantes de la cultura andaluza.
5. Asistir a un espectáculo de caballos
Jerez no es solo famoso por el jerez. También es conocida a nivel mundial (sin exagerar) por sus caballos. La Fundación Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre realiza espectáculos de 90 minutos con un ballet ecuestre, que muestra un típico baile de caballos completo con trajes del siglo XVIII.
Es importante que consultes el calendario de eventos y la disponibilidad, porque no está abierto en todas las épocas del año ni todos los días. Sobre todo reserva con antelación en la Feria del Caballo que se celebra cada mes de mayo. La dirección es avenida Duque de Abrantes, s/n