Os vamos a contar una ruta senderista que hicimos alrededor del Pantà de Siurana (pantano o embalse de Siurana) cerca de Tarragona. Dura menos de un día y es una bonita propuesta para pasar un día haciendo ejercicio rodeados de naturaleza, de hecho, es una de las cosas más populares que ver y hacer cerca de Tarragona. En el trayecto se encuentra la villa de Siurana y las ruinas de su castillo.
Inicio de la ruta de Siurana: La presa
Km O > La aventura comienza en el pequeño estacionamiento de la presa del embalse de Siurana. Nos dirigimos por el asfalto hacia la presa y, al llegar, la dejamos a nuestra izquierda sin cruzarla para seguir recto por un camino de tierra. Pronto llegamos a otra zona asfaltada, que es otra carretera de acceso al embalse, pero buscamos una nueva pista a la izquierda, donde unas cadenas impiden el paso a los vehículos. A partir de ese momento, el camino se convierte en una magnífica caminata junto al embalse.
Después de tres cuartos de hora, la pista gira en varias curvas cerradas que nos acercan al fondo del valle. Una vez allí, el arroyo de la Gritella corta nuestro camino.
Segundo tramo: Los vados
Km 2,75 > Durante gran parte del año no hay dificultades para cruzar el arroyo, pero durante la época de deshielo tendremos que saltar de piedra en piedra o incluso descalzarnos. Una vez en el lado izquierdo, tomamos la pista que asciende, pero con precaución, ya que pronto tendremos que girar a la derecha por un sendero que desciende de nuevo hacia el río.
Durante unos minutos caminamos junto al caudal de agua, pero pronto tendremos que cruzarlo. Caminamos sin pérdida por un tramo abierto entre cantos rodados y finalmente llegamos al tercer y último vado, que es fácilmente reconocible porque en el lado opuesto una pista parece emerger directamente del agua.
Subimos entre pinos y colmenas, sin prestar atención a los desvíos que intentan confundirnos del camino principal. La breve ascensión nos lleva a una pista más grande, que es la unión de Cornudella y el «famoso» molino de la Esquirola. Tomamos el camino de la derecha para disfrutar de una hermosa vista del río. Pasamos cerca de la Masia Cavall y nos acercamos a continuación a un poste señalizador. La ruta la hicimos con ocasión de la visita de unos amigos, que habían conseguido un premio en https://bonosdeapuestasfinder.es. Les propusimos esta parada y les encantó.
Tercer tramo: El camino viejo
Km 4,29 > Si continuáramos recto, llegaríamos al molino, pero giramos a la izquierda por un sendero tallado en la roca. Comienza entonces una empinada ascensión entre árboles y formaciones rocosas de gran belleza. No hay posibilidad de perderse, ya que las indicaciones amarillas y blancas de un camino de Pequeño Recorrido nos guían. Además, el sendero está empedrado. Es el antiguo camino entre el molino y el pueblo de Siurana por donde solían subir las mulas cargadas con sacos de harina.
Después de aproximadamente veinte minutos de subida continua y casi en el punto más alto, pasamos rozando una gran pared donde se han abierto varias vías de escalada. En esta zona, los caminos se multiplican, pero el nuestro rodea la zona por la derecha y continúa subiendo hasta acercarse a La Trona, un espectacular paso abierto en la roca. El recorrido, que se realiza por una amplia terraza colgada del acantilado, se vuelve más impresionante a medida que avanzamos.
Castillo de Siurana
A 5,70 km de distancia encontramos las ruinas de un antiguo castillo árabe que nos da la bienvenida a Siurana. Erigido majestuosamente en lo alto de un escarpado risco que ofrece una vista panorámica del río Siurana a la izquierda y del torrent d’Estopinyà a la derecha.
El castillo de Siurana es un emblemático símbolo del legado histórico de la región. Su origen se remonta a la época andalusí, siendo un destacado enclave defensivo. Sin embargo, fue conquistadotras un largo asedio que se prolongó de 1153 (o 1154 según el libro que conbsultes) que dio origen a la leyenda del Salto de la Reina Mora, convirtiéndose en el último bastión musulmán en caer en lo que hoy es Cataluña.
Tras su conquista, Ramon Berenguer IV otorgó una carta de población a Bertran de Castellet y posteriormente a Albert de Castellvell, quienes contribuyeron a la repoblación y reestructuración del castillo. En 1324, pasó a formar parte del condado de Prades, lo que marcó una nueva etapa en su historia.
A partir del siglo XIII, el castillo de Siurana adquirió un nuevo rol como prisión para miembros de la aristocracia, siendo notables entre ellos Carlos el Cojo, príncipe de Salerno y posteriormente rey de Nápoles. Este uso como prisión añadió un fascinante aspecto a su historia, otorgándole una reputación de fortaleza inexpugnable.
Sin embargo, tras la Guerra de los Segadores, en el siglo XVII, el castillo sufrió la orden de destrucción por parte de Felipe IV, lo que puso fin a su imponente existencia como fortificación. A pesar de ello, su legado perdura en la memoria colectiva como un testimonio emblemático de la historia y la cultura de la zona de Siurana y de toda Tarragona.
Villa de Siurana
A 5,94 km > Desde el castillo de Siurana, una carretera nos conduce hasta el pueblo, donde podemos reponer fuerzas en sus bares y disfrutar de su fuente. Vale la pena visitar la iglesia de Santa María, que conserva su elegante estilo románico en un impresionante enclave en lo alto de un precipicio.
La ruta no nos lleva directamente al núcleo urbano de Siurana. Justo antes de llegar, tomamos un sendero señalizado como el Vell Camí de Cornudella, que se encuentra a la derecha. Pronto llegamos a una bifurcación donde debemos prestar mucha atención. Dejamos el camino principal, que continúa a la derecha, y giramos a la izquierda por un sendero que pasa bajo una gran roca, siguiendo las marcas amarillas y blancas como guía.
Poco a poco, el sendero se vuelve empedrado, evocando su antiguo pasado. Después de unos quince minutos de descenso, llegamos a otra bifurcación. Si tomamos el camino de la izquierda, según un antiguo panel llegaríamos a Arbolí. Sin embargo, el camino que debemos tener en cuenta es el de la derecha, que nos lleva a una pista rodeada de olivos. La cruzamos y seguimos descendiendo hasta llegar al fondo del barranco de l’Estopinyà. Un sendero algo difuso pero bien señalizado asciende por el lado opuesto y en poco más de diez minutos llegamos a la Collada de les Lloses. Desde aquí, con el pantano a la vista, el descenso a la pista que lo rodea no presenta dificultades.
Pantano de Siurana
A 8,43 km > Los caminos que descienden por la ladera nos llevan a una pista que rodea el embalse a pocos metros por encima del nivel máximo del agua. La cruzamos y nos dirigimos a la derecha en busca de un lugar adecuado para cruzar al otro lado.
Si el nivel del agua es alto, debemos seguir por la pista hasta llegar a la carretera que conecta Cornudella con la presa. Si el nivel del agua es bajo, podemos cruzar al otro lado sin problemas. Una vez allí, subimos por la vertiente hasta la carretera de servicios que rodea el pantano, y la seguimos por el lado izquierdo. La presa no está lejos en este punto. Un paseo llano de diez minutos entre el agua y los cultivos de avellanos nos separa del final de esta ruta senderista circular por Siurana.