El Monasterio de Poblet, situado en la comarca de la Cuenca de Barberá, es uno de los monasterios más grandes y mejor conservados de Europa, de hecho es el monasterio de la orden del Císter más grande del mundo. Es un impresionante complejo monástico que data del siglo XII, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En este artículo vamos a explicarte por qué debes visitarlo, los horarios de las visitas, algunos alojamientos cercanos, la historia del monasterio, y finalizaremos recomendándote una ruta senderista por sus alrededores.
- Real Monasterio de Santa María de Poblet
- Admirar su arquitectura
- Espiritualidad y tranquilidad
- Visita guiada en el Monasterio de Poblet
- Dónde alojarse cerca de Poblet
- La orden del Císter y el Monasterio de Poblet
- Historia del monasterio de Poblet
- La decadencia
- Horario del Monasterio de Santa María de Poblet
- Ruta senderista por los alrededores del Monasterio de Santa María de Poblet
Real Monasterio de Santa María de Poblet
El Monasterio de Poblet tiene una rica historia que se remonta a más de 800 años. Fue fundado en 1151 por monjes cistercienses y ha sido un importante centro religioso y cultural durante siglos. Pasear por sus pasillos, claustros y patios es como viajar en el tiempo y sumergirse en la historia de la Edad Media en España.
Es una de las atracciones turísticas más interesante que ver en los alrededores de Tarragona, junto con los monasterios de Santes Creus y de Vallbona. No obstante, que sepas que este es el más importante de los tres.
Admirar su arquitectura
El Monasterio de Poblet cuenta con una arquitectura imponente y majestuosa. Sus edificios barrocos, góticos y renacentistas, sus capillas y su iglesia son verdaderas obras maestras de la arquitectura religiosa. Además, el monasterio cuenta con un magnífico claustro de estilo gótico, que es uno de los más grandes de Europa y que te dejará maravillado. Nosotros lo hemos visitado en dos ocasiones, y cada vez lo están dejando más restaurado, limpio y cuidado para el disfrute del visitante.
Alberga una impresionante colección de arte y tesoros culturales. Entre ellos destacan las pinturas, esculturas y objetos litúrgicos que se encuentran en la iglesia y en el museo del monasterio de Poblet. Podrás admirar obras de artistas destacados de diferentes épocas y estilos, lo que hace de este lugar un verdadero tesoro artístico de Cataluña.
Espiritualidad y tranquilidad
El Monasterio de Poblet es todavía un monasterio en activo, con una comunidad de monjes cistercienses que viven allí todo el año. Pasear por los jardines y los bosques que rodean el monasterio, respirar el aire puro y escuchar el silencio es una experiencia que te conectará con la naturaleza y te permitirá relajarte y desconectar del estrés de la vida moderna.
Está situado en un entorno natural espectacular, rodeado de montañas y bosques. Podrás caminar por antiguos senderos utilizados por los monjes cistercienses, contemplar vistas panorámicas de la región y deleitarte con la flora y fauna local. Te lo vamos a explicar en detalle al final de este artículo.
Visita guiada en el Monasterio de Poblet
Si prefieres que un experto te explique las cosas in situ existe la posibilidad de reservar una visita guiadaal Monasterio de Poblet si te alojas en La Pineda, Cambrils o Salou.
Y de paso, nos gustaría recomendarte que si estás haciendo tus vacaciones por la zona no dejes de hacer uan visita guiada totalmente gratuita por Tarragona, o incluso un free tour específicamente por las ruinas romanas de la ciudad.
Dónde alojarse cerca de Poblet
Vamos a mencionarte solo tres alojamientos cercanos al Monasterio de Santa María de Poblet, aunque en general el nivel de los hoteles en la comarca es muy alto:
Hotel Rural y Apartamentos Villa Engracia cerca de Poblet
Hotel Rural y Apartamentos Villa Engracia es un alojamiento situado a 500 metros del Monasterio de Poblet, con vistas magníficas y una piscina. Ofrece habitaciones y apartamentos con capacidad para 8 personas en un edificio del siglo XIX. Las habitaciones son modernas, con suelo de madera y paredes de piedra, y ofrecen vistas a la campiña. El hotel cuenta con una terraza, WiFi gratuito en algunas zonas comunes, un restaurante tradicional catalán, y la posibilidad de organizar paseos a caballo. Se encuentra en Les Masies de Poblet, en el parque natural de Poblet, en las montañas de Prades, a unos 35 km de la ciudad de Tarragona. Hay aparcamiento público gratuito disponible.
Alojamiento en Poblet Moli del Salt
Moli del Salt es el alojamiento más cercano a la entrada al Monasterio de Poblet. Está ubicado en Vimbodí, con una piscina compartida al aire libre y apartamentos con vistas al río Francolí. Los apartamentos cuentan con calefacción, de 1, 2 o 3 dormitorios, baño con bañera y ducha, sala de estar con TV y sofá, y una cocina completa con microondas, horno, hervidor de agua eléctrico y cafetera. Se ofrece conexión WiFi gratuita, así como toallas y ropa de cama. El Moli del Salt también dispone de jardín, zona de salón común, cocina compartida y sala de lavandería. Los huéspedes pueden disfrutar de una variedad de actividades con un suplemento, como equitación, ciclismo y senderismo en el establecimiento y sus alrededores. Además, está situado a solo 4 km de la reserva natural de Muntanyes de Prades y a media hora de Reus.
Apartaments Ca La Pauleta
Apartaments Ca La Pauleta son una opción ideal para aquellos que buscan un alojamiento moderno en un entorno rural tranquilo. Situados en L’Espluga de Francolí, a solo 2 km del Monasterio de Poblet. Estos acogedores apartamentos ofrecen una zona de salón comedor con TV, una cocina bien equipada con lavavajillas y microondas, y se proporcionan utensilios de cocina, sábanas y toallas. Cuenta con ascensor y calefacción central para garantizar una estancia confortable. Además, la recepción ofrece servicios de lavandería y alquiler de bicicletas, y hay un mostrador de información turística para ayudar a los huéspedes. Una cosa muy buena es que está a solo 300 metros de la estación de tren de L’Espluga.
La orden del Císter y el Monasterio de Poblet
La orden del Císter fue un movimiento que ganó popularidad gracias a la destacada figura de San Bernardo de Claraval, fundador y abad del monasterio homónimo en 1115. Para el año 1153, cuando San Bernardo falleció, ya existían 343 abadías cistercienses dispersas por toda Europa. En el caso del Monasterio de Poblet fue fundado en 1150 en la Cataluña Nueva por iniciativa de la familia Montcada, en un valle fértil y apartado cerca del río Francolí.
Historia del monasterio de Poblet
El término «Poblet» deriva del latín «populetum», que significa alameda. El lugar siempre ha sido conocido por su rica vegetación y bosques de álamos, lo que llevó a su declaración como Paraje Natural de Interés Nacional en 1984, con una extensión de 2100 hectáreas y 50 fuentes naturales.
Un abad llamado Guerau llegó a estas tierras allá por 1153 y decidió fundar el monasterio. Esos terrenos le habían sido donados por los vizcondes de Cardona un par de años antes, en 1151.
La construcción fue larguísima y se prolongó durante décadas. Se sabe que en 1184 todavía no había sido terminada y el rey de Aragón donó fondos para construir las luminarias del altar.
Casi dos siglos después de poner la primera piedra, Pedro el Ceremonioso decidió que el Monasterio de Poblet sería un buen lugar de enterramiento para la familia real de Aragón. A partir de entonces muchos reyes y nobles de la corona aragonesa se enterraron en el panteón real. Se sabe que están enterrados miembros de las familias de los condes de Cardona, Urgel, Puigvert, Cervera o Boixadors.
La decadencia
Una vez que los Reyes Católicos unificaron los reinos de Castilla, Aragón Navarra y Granada la familia real dejó de enterrarse en el Monasterio de Poblet, y aunque en el Renacimiento algunos abades intentaron revitalizar el recinto poco a poco se fue abandonando.
En 1835 se produjo la famosa desamortización de Mendizábal, y los bienes del monasterio fueron subastados y el dinero repartido a las arcas públicas. Muchos de los tesoros artísticos y documentos valiosos fueron dispersados o perdidos. El monasterio quedó abandonado y en ruinas durante décadas, sufriendo la erosión del tiempo y el saqueo de los elementos arquitectónicos y artísticos.
El renacimiento
No fue hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX que se comenzaron a tomar medidas para proteger y restaurar el Monasterio de Poblet. En 1930, el Gobierno de la Generalitat de Cataluña adquirió el monasterio y comenzó un proceso de restauración y conservación. Sin embargo, la Guerra Civil española (que duró de 1936 a 1939) interrumpió estos esfuerzos y turbas incontroladas del bando republicano provocaron destrozos irreparables. En algunos otros artículos ya os hemos hablado de la inmensa cantidad de iglesias que ardieron en Cataluña (y en toda España) durante la Guerra Civil ¡qué pena!
Después de la guerra, se reiniciaron los trabajos de restauración que han continuado hasta hoy.
Declaración como monumento Nacional
En 1949, el Monasterio de Poblet fue declarado Monumento Nacional, y en 1991 fue inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, en reconocimiento a su importancia histórica y arquitectónica. Hoy en día, el Monasterio de Poblet es uno de los principales destinos turísticos de Tarragona y de toda Cataluña, atrayendo a visitantes de todo el mundo para admirar su arquitectura cisterciense, su impresionante iglesia y sus bellos claustros.
El Monasterio de Poblet ha sido objeto de numerosas investigaciones arqueológicas y estudios históricos, que han revelado detalles sobre su historia, arquitectura y vida monástica a lo largo de los siglos. si buscáis en internet encontraréis algunos documentales que hablan cómo se han escaneado los cuerpos de algunos reyes de la Corona de Aragón y se ha descubierto las causas de su muerte.
Se ha llevado a cabo un trabajo minucioso de restauración y conservación de las tumbas, no obstante algunos de los sepulcros están vacíos, porque los cuerpos de los reyes de Aragón fueron saqueados en siglos pasados.
Horario del Monasterio de Santa María de Poblet
El horario del Real Monasterio de Santa Maria de Poblet varía según la temporada del año. Desde el 13 de octubre al 15 de marzo, está abierto de 10 a 12:45 horas y de 15 a 17:30 horas. Desde el 16 de marzo al 12 de octubre, el horario es de 10 a 12:45 horas y de 15 a 18 horas. Los domingos y festivos, del 15 de junio al 14 de septiembre, el horario es de 10 a 12:30 horas y de 15 a 18 horas, mientras que el resto del año es de 10 a 12:30 horas y de 15 a 17:30 horas.
El Real Monasterio de Santa Maria de Poblet está cerrado todo el día el 1 de enero, el 25 y el 26 de diciembre. Por las tardes, el 6 de enero, Jueves Santo, Viernes Santo y lunes de Pascua también permanece cerrado.
En cuanto a los cultos, se celebran Maitines a las 5:15 horas, Laudes a las 6:45 horas (festivos a las 7:30 horas), Vísperas los domingos y días de precepto a las 19 horas (del 15 de junio al 14 de septiembre a las 19:15 horas); y los días laborables a las 18:30 horas (del 15 de junio al 14 de septiembre a las 19 horas). Completas se celebran a las 20:30 horas (del 15 de junio al 14 de septiembre a las 21 horas).
Las celebraciones de la Eucaristía se llevan a cabo los días laborables a las 8 horas, los domingos y días de precepto a las 10 horas en el Conventual, y a las 13 horas y 18 horas en Pueblo (del 15 de junio al 14 de septiembre a las 18:30 horas).
Ruta senderista por los alrededores del Monasterio de Santa María de Poblet
La ruta comienza en Les Masies, cerca del cartel de acceso al pueblo. Si venimos desde el monasterio, encontraremos una pista a la derecha con una señal que indica que estamos en el acceso de La Pena. Tomamos ese camino y al llegar a la primera curva a la derecha, abandonamos el sendero y continuamos recto por un camino carretero que sube por el valle, cerca de un arroyo cuyos chapoteos refrescantes nos acompañan.
Después de cruzar un rudimentario puente de madera, caminamos sobre un canal de agua seco y la ruta avanza por una zona pedregosa a la derecha del camino, remontando el valle por la orilla. Pronto nos adentramos en la cantera de La Escucha, la primera de muchas que veremos en el recorrido. A partir de aquí, el sendero se interna en un magnífico encinar, un espeso bosque a nuestra derecha. Pronto encontramos una pista a la izquierda que debemos seguir hasta llegar a la plaza de la Llibertat. En este punto, el paisaje se vuelve aún más impresionante, con la exuberante vegetación del bosque de Poblet que nos rodea mientras avanzamos en nuestra ruta.
Plaça de la Llibertat (plaza de la Libertad)
En la Plaça de la Llibertat, también conocida como plaza de la Libertad en español, después de haber recorrido 1,86 kilómetros, encontramos unos bancos de madera cerca del arroyo que invitan a hacer una pausa. Desde aquí, el sendero comienza a ganar altura, trazando zigzags y cruzando el torrente en varias ocasiones.
Después de atravesar por un paso aéreo sostenido por un pequeño muro, encontramos una reconstrucción de una carbonera, una antigua actividad industrial de la zona. Las tierras de Poblet eran ricas en encinares, lo que las hacía ideales para esta industria artesanal. Las carboneras consistían en apilar madera de encina de forma circular, cubriéndola con suelo y hojas verdes para una combustión lenta y controlada, hasta obtener el valioso carbón vegetal, un proceso supervisado por los carboneros.
Continuando con la ruta, seguimos ascendiendo hasta llegar a La Trona, un magnífico mirador natural con una pista. Tomamos el camino a la izquierda y ascendemos nuevamente entre pinos, hasta llegar a un antiguo pozo de nieve, una estructura histórica utilizada para almacenar hielo y nieve en invierno, que nos revela más sobre la historia y la riqueza natural de Poblet y su entorno montañoso.
Pozo de nieve
Llegados al kilómetro 3,18 de la ruta se encuentra un pozo de nieve. En el pasado, las neveras eran cavidades subterráneas, generalmente circulares, utilizadas para almacenar la nieve durante el invierno. Esto permitía a los monjes y a los habitantes locales disponer de hielo durante el verano, un elemento importante para la elaboración y conservación de alimentos. Continuamos ascendiendo por la pista, dejando la nevera a nuestra izquierda. Evitamos el sendero a la izquierda, que tomaremos más tarde para regresar a Poblet. Después de unos minutos, encontramos una cascada que rompe el silencio e invita a descansar brevemente. Pero la excursión continúa y nos lleva a la entrada de la casa forestal de La Pena.
La casa forestal de la Pena
La casa forestal de la Pena (kilómetro 3,99) es un antiguo asentamiento romano que posteriormente fue utilizado por los monjes del Monasterio de Poblet como una granja. Aquí se aprovechaba la riqueza natural del bosque, especialmente la generada a través del carbón. Durante el siglo XX, los ingenieros forestales se establecieron en este lugar, creando la actual Casa Forestal. Ellos son responsables de supervisar las tareas de repoblación en las áreas más afectadas de estas montañas.
Avanzamos por una pista que pasa cerca del edificio y conduce a una fuente ornamental. Giramos a la izquierda y tomamos un camino amplio que conduce a la popular Font del Deport (Fuente del Deport), que ofrece agua fresca potable. Continuamos avanzando hacia la derecha hasta encontrar un desvío a la izquierda. Este es el ascenso final al mirador, que presenta un laberinto de senderos que nos llevan sin pérdida a este encantador rincón.
Mirador de la Pena
En el kilómetro 5,13 encontramos un buzón, un impresionante silencio, una pequeña barandilla y una panorámica inigualable hacen del mirador de La Pena: un lugar especial. Aquí, cualquier visitante se convierte en un auténtico poeta del pueblo que deja sus improvisados versos en el cuaderno que se encuentra en el buzón. Nosotros hemos visto buzones como este en otros rincones de Cataluña, como en el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.
En este mirador Poblet, sus bosques y toda la comarca se extienden a nuestros pies. Después de disfrutar de esta magnífica panorámica, regresamos a la nevera, donde tomamos el sendero que se adentra en el encinar, señalizado como el sendero de Mata-rucs. El bosque nos envuelve mientras descendemos por el valle.
Poco después de comenzar el descenso, junto a una roca triangular, encontramos una bifurcación. Una señal de pintura nos guía a la derecha, pero nuestra ruta continúa a la izquierda y nos lleva poco tiempo después a un hermoso mirador natural, desde donde se pueden ver varias canteras: antiguas explotaciones de piedra a cielo abierto. La pendiente se vuelve más pronunciada a medida que nos acercamos al fondo del barranco. Finalmente, después de trazar varias eses, llegamos a un camino ancho. A la izquierda, podemos visitar una cantera, pero giramos a la derecha para seguir el mismo camino de ida, esta vez en sentido descendente.
Que sepáis que la ruta no es apta para bicicletas, pero existe una pista alternativa que realiza un recorrido paralelo.
Si tenéis cualquier duda, sugerencia o comentario que hacernos estaremos encantados de escucharos. Esperamos que os haya servido de ayuda.