La Albufeira es un distrito de Faro, de unos 20.000 habitantes. Tiene orígenes romanos aunque el nombre viene de los árabes, que la llamaron Al-Buhera («castillo en el mar»). Fue una ciudad próspera hasta el siglo XIII. Tras pasar a manos cristianas, conoció una prolongada decadencia económica, que se vio agravada por el terremoto de 1755 y el incendio que siguió al asedio de 1833. Hoy en día se ha volcado al turismo y no queda nada de aquella tranquila población de pescadores, por eso es mejor alojarse en un cercano camping en la Albufeira de Portugal.
Camping en la Albufeira donde alojarse
En Albufeira predominan los hoteles de tres o más estrellas y los apartamentos turísticos. Durante la temporada alta los precios de las habitaciones llegan a doblarse, por lo que lo más asequible terminan siendo las pensões y las residenciales. Nosotros recomendamos alojarse en un camping en el Algarve, concretamente en Camping Orbitur Valverde.
El camping Orbitur Valverde, es el mejor camping de la Albufeira, es un lugar ideal para disfrutar de unas vacaciones con sol en familia cerca del mar. Se sitúa entre los destinos costeros de Lagos y Praia da Luz, a muy poca distancia de Albufeira.

Con el calor característico del sur de Portugal, puedes disfrutar de una enorme piscina, cómodas tumbonas bajo palmeras y un tobogán para los niños.
Además, este camping de la Albufeira cuenta con una amplia variedad de servicios, especialmente en restauración con muy buenas opiniones en internet. En las cercanías encontrarás numerosos comercios, lugares de ocio y sitios que visitar en la Albufeira.

Qué ver en el Algarve
La región más meridional de Portugal es la más turística. Pero el sur de Portugal no es tan solo una sucesión de ciudades costeras, playas, hoteles y urbanizaciones de apartamentos. Existen amplias zonas interiores, menos transitadas, que mantienen un carácter genuinamente portugués desde los tiempos de la Reconquista. Hoy te explicamos lo imprescindible que tienes que ver en el Algarve en 4 días, desde pueblos blancos con sus peculiares chimeneas caladas, hasta fortalezas almohades o parajes tan sorprendentes como los del último tramo del Guadiana.
En el Algarve tienes que visitar los montes mediterráneos, sentir sus tradiciones rurales o reservar estancias en recoletos balnearios. Sin los grandes referentes monumentales de otras regiones de Portugal, sus recursos están en el clima, el sol, la arena, la diversión, el surf o las poblaciones cuidadas, entre ellas Lagos, Tavira o Silves.

En la punta occidental también se encuentra uno de los míticos finisterres del continente europeo, ese Cabo de São Vicente que desde antiguo ha atraído a viajeros y curiosos que se alojan en algún camping de la Albufeira. Los españoles nos sorprendemos al comprobar que en el Algarve ha habido más protección de la costa, aunque tampoco falten excesos como los de Vilamoura o Praia da Rocha. El lugar más emblemático y que merece más la pena visitar es la Albufeira.
Qué ver en la Albufeira
La localidad está edificada sobre una depresión, cuyos rocosos laterales se encuentran literalmente cubiertos de hoteles, apartamentos, restaurantes, pizzerías, pubs e infinidad de tiendas. La ciudad tiene bastantes calles peatonales, por lo que, a pesar de carecer de patrimonio monumental, el paseo por ella resulta agradable.
Desde la ciudad de la Albufeira se puede acceder a la playa por el muro excavado bajo la roca. La playa es bonita y no tiene nada que envidiar a otras del entorno, pero en verano suele estar bastante sobrecargada de turistas.
Dando un paseo por la pasarela, se llega hasta la gruta do Xorino, una curiosa formación de roca mucho más interesante si se avista desde un barco.
Entre los lugares que aún conservan un encanto especial en la Albufeira, y por los que recomendamos dar un paseo nocturno, está la Rua da Bateria, a la que se llega atravesando la Praça da República. En esta última se encuentra el Museo Municipal de Arqueología (visitable desde el 16 de junio al 31 de agosto, diariamente de 18 h a 24 h, de 1 a 30 de septiembre, diariamente de 14 h a 20 h, en invierno solo hasta las 16:30 h. Cierra todos los lunes.). Se exponen capiteles, cañones y escudos nobiliarios tallados en piedra.
Desde aquí, las vistas de la bahía, las casas encaladas y algún que otro arco entre callejuelas nos permiten entender por qué se ha convertido en una villa tan turística del sur de Portugal.
No muy lejos de aquí, en la Rua Bernardino de Sousa es posible admirar la torre del reloj, del siglo XIX, considerado el monumento más emblemático de la ciudad. No lejos se encuentra la Capela de São Sebastião, que actualmente acoge el Museu de Arte Sacra (visitable de 10:30 h a 16:30 h, en verano también de 21 h a 23 h. Cierra los lunes).
Qué hacer en la Albufeira
Al final de la Rua Bernardino de Sousa se llega a otra pequeña playa, en cuya orilla siempre hay varadas infinidad de barcas de pesca. La Rua de Latino Coelho (hacia el oeste) es otra de las calles con encanto de la Albufeira. Está formada por casas encaladas de baja altura, con puertas y ventanas de tonos azules y ocres, así como las típicas chimeneas del Algarve.
Entre los lugares que merece la pena visitar destaca la iglesia de Sant’Ana (Largo Jacinto d’Ayet), originaria del siglo XVIII, pero de cierto aspecto bizantino por su cúpula dorada a imitación de un minarete, y, la capela da Misericórdia, original del siglo XVI y reconstruida posteriormente (no se puede visitar el interior). A su lado se alzan las murallas del castillo.
Por último, destaca también la Iglesia Matriz (visitable de lunes a sábado de 10 h a 12:30 h y de 15 h a 17 h), situada en la Rua da Igreja Nova, bellamente reconstruida después del terremoto de 1755.
Playas y calas de la Albufeira
Albufeira siempre ha destacado por sus hermosas playas, que sin duda han contribuido a hacer de ella un importante centro turístico. Aparte de la del centro de la ciudad, el municipio cuenta (tanto al este como al oeste) con importantes playas, a las que se accede fácilmente desde la carretera.
Hacia el oeste, la praia da Baleeira es la más cercana a la población y la más frecuentada por pescadores y vecinos del pueblo. A la de Arrifes no hay acceso directo, por lo que habitualmente se encuentra mucho más despejada que el resto.
Las urbanizaciones de las playas de São Rafael, Castelo y Galé se extienden a lo largo de pequeñas calas encajonadas en profundos acantilados y salientes rocosos de llamativos colores. Hasta hace poco, la construcción estaba concentrada en ellas, mientras Coelha y Evaristo eran prácticamente rincones solitarios. Hoy, toda la zona está llena de hoteles y campings; y sin embargo, a pesar de la creciente afluencia de gente, siguen siendo de las más recomendadas. Así, por ejemplo, en praia da Galé, de kilómetros de arena fina, basta con caminar unos minutos hacia el oeste para alejarse de las aglomeraciones del verano.
Otra buena playa del oeste es la de Salgados, a la que se accede por la carretera 526, desde Vale de Parra, o continuando por la carretera costera desde Galé. Hacia el este de Albufeira, y nada más dejar la ciudad, una serie de acantilados de color ocre divide la costa en varias calas y playas.

La praia da Oura es la más cercana y larga, pero suele tener bastante gente. A 7 km está Olhos de Água, la más bonita de Albufeira, donde aún pueden verse las coloridas barcas de los pescadores. Sin embargo, es mucho más recomendable ir a la de Balaia o la de Maria Luisa, localizadas entre Oura y Olhos, menos señalizadas y con acceso a través de las urbanizaciones.
Otra alternativa es caminar desde Olhos de Água hacia el oeste hasta llegar a unas recónditas y aisladas calitas. En praia da Falésia, la costa cambia por completo dando paso a una larguísma playa de arena rodeada por altos acantilados de piedra rojiza. La mejor manera de acceder es llegar hasta la urbanización de Aldeia das Açoteias.
Dónde salir de fiesta cerca de un camping en la Albufeira
La a masificación se nota hasta en el inmenso número de pubs y discotecas que nos encontramos por cada esquina. Por eso, conviene quedarse con los clásicos o disfrutar de los locales que hay en el camping de la Albufeira.
En la Rua São Gonçalo de Lagos la gente se reune en el Meet, moderna coctelería con grandes pantallas de televisión o el más clásico Picadilly, también provisto de la imprescindible terraza veraniega.

Frente a él está D&C, un gran karaoke; no lejos, el piano-bar Sally y, por último, el pequeño Snoopy, que de día funciona como restaurante, y tiene una atractiva terraza orientada al mar.
Las terrazas, muy animadas al anochecer y siempre con actuaciones en vivo, se prolongan al borde de la playa en el Largo Cais Heculano.Está a un paso de la Rua Cândido dos Reis, donde se puede «echar un cante» en el karaoke de Atrium, así como tomar un café o un cocktail en la esplanada del Domino’s.
Por último y sin salir de esta calle, tenemos Twist, el Vegas (con dj y actuaciones) o, te gusta encontrar un típico pub inglés no hay nada mejor que tomar una beer (aquí hay que pedirlo en inglés) en Blooper’s. Y como también hay que pensar en todas las edades, en el Largo Duarte Pacheco está Sir Harry’s, habitual para los más maduritos, gracias a su música en vivo.
Entre Cândido dos Reis y la Av. 25 de Abril, también peatonal, está Bank, que toca todos los palos: de día es un restaurante y café, de noche disco-pub con gogós. En el Largo Engenheiro Duarte Pacheco podemos cerrar la serie con otros tres locales: el Rock Café, con restaurante y terraza en el bajo, y disco-bar en el primer piso; Vértigo y, ya en la vecina y estrecha Travessa Cândido dos Reis, el Buhba Bar, que reproduce el esquema del Rock Café.
Fuera de esta zona, para la primera hora y con un carácter alternativo, tiene su personalidad el Blue Bell Bar (Rua Miguel Bombarda), justo al pie de la torre de la iglesia, una casa antigua con diminuta terraza en el primer piso. Al mismo género, y en la misma calle, pertenece el Merlin’s Bar, y otro tanto cabe decir el pub inglés Portas da Vila, recogido en el casco antiguo y con buena música.
Kadoc, fuera de la ciudad, a mitad de camino de Vilamoura. Tiene prestigio internacional con muchos dj y un bonito jardín tropical.
El público gay tiene su referente en el Vougue Bar, que organiza fiestas y espectáculos y se sitúa en Areias de São João, localidad en la que se multiplican las opciones para salir de noche, y también hay algún camping cerca de la Albufeira.