Si estás planeando visitar las islas griegas y quieres saber qué ver cerca de Mykonos hoy te vamos a proponer un plan que te va a enamorar: una visita a la isla de Delos. Se trata de una isla diminuta del mar Egeo, de solo 5 km de largo y 1.300 m. de ancho, pero que tuvo una importancia enorme en la Antigua Grecia. Según la mitología griega aquí nacieron Apolo y Artemisa, dos de los dioses griegos más importantes. Y aunque la isla está deshabitada está llena de restos arqueológicos impresionantes. Se puede visitar y se encuentra a solo media hora en barco de Mykonos.
- ¿Dónde está la isla de Delos?
- Cómo llegar a la isla de Delos en barco
- Cómo llegar en avión a Delos
- Visitas guiadas a Delos
- Qué ver en la isla de Delos
- Casas más importantes que visitar en Delos
- Terraza de los Leones de Delos
- La Casa del Tridente
- ¿Cómo es la isla de Delos?
- El agua en la isla de Delos
- La isla de Renea
- La leyenda de la isla de Delos
- Historia del poblamiento de la isla
- La isla de Delos como centro del comercio del mundo antiguo
- La isla de Delos durante el periodo romano
- La isla de Delos en la época paleocristiana
- La isla de Delos en la Edad Media
- La isla de Delos en la época moderna
- Excavaciones arqueológicas en la isla de Delos
- Nuestra opinión personal
¿Dónde está la isla de Delos?
La isla de Delos se encuentra a solo 2 km al suroeste de Mykonos. Es una estrecha franja de tierra rocosa, de esquisto, gneis y granito, rocas características de las Cícladas, que emergen desnudas del mar con un brillo cegador, (especialmente el gneis, a pesar de su color grisáceo). Es una de las islas más pequeñas de las Cícladas en el mar Egeo pero junto a Delfos la más importante en la antigüedad clásica.
La ubicación geográfica de Delos es de gran importancia. Se encuentra casi en el centro de las islas Cícladas y en el medio del trayecto entre Grecia continental y Jonia, las islas del Egeo oriental: Quíos, Samos y Rodas e incluso Creta. Es entonces obvio que se haya desarrollado muy pronto como puerto comercial y, más tarde, como uno de los más importantes del Mediterráneo Oriental.
Cómo llegar a la isla de Delos en barco
Los barcos que van a la isla de Delos zarpan del puerto de Mykonos unas seis veces al día, en temporada alta desde las 9:00 h hasta las 12:50 h. Los horarios de salidas y llegadas pueden consultarse en las taquillas de venta de pasajes en la entrada del Puerto Viejo, en el extremo sur del paseo marítimo. En julio y agosto hay más servicios. Los lunes la isla de Delos no se puede visitar porque cierra el yacimiento.
Los barcos regresan de la isla entre las 11:00 h y las 15:00 h. Al comprar el billete hay que enterarse de qué barco está disponible para regresar, sobre todo al final del día. En Mykonos venden tíquets o billetes a Delos en Delia Travel, Mykonos Accommodation Centre y Enoplon Dynameon. Se paga la entrada al yacimiento en un pequeño quiosco una vez se desembarca en el pequeño muelle de la isla de Delos.
Cómo llegar en avión a Delos
La isla de Mykonos tiene un aeropuerto internacional desde el que se puede llegar cómodamente desde Turquía y la Unión Europea en vuelos muy competitivos, aunque muchísima gente escoge la opción de llegar hasta aquí en un crucero por las islas griegas.
A partir de 2024 para visitar la isla de Delos en Grecia, y todos los países de la Unión Europea y el espacio Schengen, será obligatorio conseguir el visado ETIAS. Eso incluye a todos los residentes en Estados Unidos, Canadá, México, todos los países de América Central y del sur, Australia, Nueva Zelanda, Japón, todos los países que formaron la antigua Yugoslavia (excepto Eslovenia y Croacia) e Inglaterra, a pesar de pertenecer al continente europeo. Tenéis el listado completo de países aquí. ETIAS es un documento que lleva tiempo gestándose (al menos desde 2018) y será un requisito básico.
Visitas guiadas a Delos
Se organizan circuitos guiados a la isla de Delos todos los días a las 10:00 h, salvo los lunes, entre mayo y septiembre. El precio incluye transporte en barca hasta el malecón viejo, la entrada al yacimiento y al museo. Hay visitas guiadas en español a Delos si se pide con antelación.
Salidas desde Platis Gialos
Desde Platys Gialos o Platis Gialos, en la costa sur de Mykonos (donde están algunas de las mejores playas de Mykonos), hay un barco que hace también la visita a Delos cada día a las 10:15 h, tarda unos 30 minutos. El muelle donde atracan los barcos se encuentra al sur de una tranquila bahía.
Está prohibido quedarse en la isla de Delos por la noche y los horarios de los barcos permiten estar seis o siete horas como máximo. Nosotros vimos que unos turistas habían llegado en barco por su propia cuenta y les llamaron la atención.
Hay que llevar agua y comida, un sombrero y calzado cómodo. Hay un pequeño restaurante, sirve solo para salir de un apuro (nosotros comimos en él). Encontrarás pocos sitios con sombra.
Qué ver en la isla de Delos
Muchos de los hallazgos más importantes de isla de Delos están en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, pero el Museo del Yacimiento de Delos tiene una interesante colección, donde se incluyen los leones procedentes de la Terraza de los Leones (los que hay en la terraza son copias de yeso).
Al sureste de la bahía se alza con elegancia el rocoso monte Cinto (también escrito como Kynthos o Citnos) de 113 metros de altura. Vale la pena subir a su cima por las rocas, incluso si el día es caluroso. Las vistas, como os explicaremos más adelante, fueron posiblemente el motivo de que esta isla tuviera tanta importancia en la antigüedad.
Para llegar al camino del monte Cinto hay que atravesar el barrio del teatro, que en su día era la zona donde vivía la gente más rica de la isla. En su interior todavía algunos peristilos, patios con mosaicos coloristas (un signo de riqueza), que impresionan por su calidad a pesar de los siglos.
Casas más importantes que visitar en Delos
Las edificaciones más interesantes son la casa de Dionisio, así llamada porque en el mosaico se representaba al dios del vino montado sobre una pantera, y la casa de Cleopatra, donde se hallaron las estatuas decapitadas de los propietarios. La casa de las Máscaras, probablemente una fonda para actores, tiene un mosaico similar al de la casa de Dionisio y en la casa de los Delfines hay otro extraordinario mosaico.
El teatro de Delos, que data del siglo IV a. C., ha sido expoliado una y otra vez durante siglos, pero es tan enorme que no han logrado llevarse todo. Todavía te puedes hacer cierta idea de su grandeza.
Delos tenía una gran cisterna, cuyos restos pueden verse. Era la reserva de agua potable de la población. Las casas de los ricos tenían sus propias cisternas, algo esencial porque la isla de Delos pues era entonces tan yerma y reseca como lo es ahora. De todas maneras jamás les faltó agua como explicaremos más adelante.
Al bajar del monte Cinto, hay que visitar el santuario de los Dioses Extranjeros.
En el templo de los Grandes Dioses de Samotracia, se adoraba a los Cabiros (los gemelos Dárdano y Aetón). En el santuario de los Dioses Sirios están los restos de un teatro donde el público presenciaba orgías rituales. Hay también un santuario de Dioses Egipcios.
Terraza de los Leones de Delos
El santuario de Apolo, al noreste de la bahía, era el más importante de todos y el más antiguo. Incluye templos dedicados a ese dios y es el lugar donde se encuentra la Terraza de los Leones. Las orgullosas bestias talladas en mármol fueron un regalo ofrecido por el pueblo de Naxos en el siglo VII a. C.
Hemos escrito para vosotros un extenso artículo en el que hablamos de los leones de Delos. Allí nos explayamos más.
Al noreste se encuentra el Lago Sagrado (seco desde que en 1925 se vaciara para impedir que se reprodujeran los mosquitos), donde, según la leyenda, Leto dio a luz a Apolo y a Artemisa.
Rodeando toda la zona hay enormes mansiones. Vamos a describiros una que nos gustó especialmente y que sirve a modo de ejemplo para que veáis cómo vivían los griegos de la isla de Delos:
La Casa del Tridente
La Casa del Tridente es una suntuosa vivienda con un peristilo rodiano. En este tipo de peristilo, la columnata situada delante de las habitaciones principales es más alta, lo que permite que estas habitaciones sean también más altas y reciban más luz.
Para sostener los arquitrabes inferiores de los otros lados se colocaron salientes en las columnas de las esquinas, a veces lisos, como en la Casa de las Máscaras, y a veces decorativos, como en esta casa, en la que tienen forma de bustos gemelos de leones y toros. Como estos bustos se consideran símbolos de las dos divinidades sirias, Atargatis y Hadad, se ha argumentado, sin certeza, que la casa pudo pertenecer a un mercader de Siria.
En el atrio hay un mosaico con una llave griega tridimensional multicolor, y en el suelo del peristilo hay un tridente adornado con una banda y un delfín enroscado alrededor de un ancla. En el mosaico de la exedra se representa un ánfora panatenaica decorada con un carro, una corona y una rama de palma.
Las ánforas panateneas se entregaban como premio en los juegos Panateneos. Esta representación puede sugerir una victoria en las carreras de cuadrigas.
Distribución de las estancias
Las casas de la isla de Delos, como las casas modernas, varían mucho en su planta, determinada por la forma y el tamaño del terreno, los deseos del propietario, cuánto podía gastar y los cambios realizados por generaciones posteriores. Una característica común es que todas miran hacia el interior: las habitaciones están construidas alrededor de un patio central cuadrado del que reciben luz y aire, y no hay ventanas exteriores en la planta baja. De este modo, los edificios eran más seguros, frescos, silenciosos y protegidos del ruido de la ciudad, mientras que la vida privada de los residentes quedaba al abrigo de la incesante actividad de las calles.
Desde la calle, una puerta doble, cuyo lado derecho suele permanecer abierto, da acceso a un pequeño espacio cuadrado o rectangular, el patio (llamado cleision o proauleion), a cuya derecha se encuentra el thyroreion, la habitación ocupada por el thyroros o portero. El thyroros era un sirviente de confianza cuyo trabajo consistía no sólo en abrir la puerta a los visitantes, sino también en vigilar las idas y venidas de la casa.
El patio
Frente a la entrada principal hay una segunda puerta cerrada que conduce al aule, el atrio central al aire libre rodeado de columnatas, el peristilo o peristoon. Bajo la parte central del patio hay una gran cisterna que recoge el agua de lluvia del tejado. El techo de la cisterna descansa sobre arcos de piedra y está cubierto por un suelo de mosaico a un nivel más bajo que el suelo del peristilo. En los meses de verano, probablemente se llenaba de agua, que resaltaba los colores del mosaico y se evaporaba lentamente para crear una sensación de frescor.
Alrededor del atrio se encuentran las salas de recepción, los espacios auxiliares, las habitaciones de los esclavos y los almacenes. En la planta baja se encuentran también la exedra, una sala de verano abierta al frente, el andrón u oikos (la sala de recepción en la que se celebraban los simposios), así como los dormitorios de los hombres.
Las habitaciones
Por lo general, en la isla de Delos los dormitorios se encontraban en la parte trasera de la casa para que la luz solar y el ruido no perturbaran el sueño, y eran lo suficientemente pequeños como para poder calentarlos fácilmente en invierno.
Junto a la entrada secundaria, lejos de las habitaciones principales, se encuentran el apochoreterion (letrina) y el mageireion (cocina). Una puerta cerrada aísla estas dos zonas del atrio para evitar que los amos de la casa sean molestados por olores desagradables. Los baños se encontraban en una habitación separada con bañeras de barro.
Desde la planta baja, una escalera de madera o piedra conducía al piso superior (hyperoon), donde no se admitían visitas. Aquí solían estar las habitaciones de las mujeres y los niños, así como el isteon (la sala de tejido con el telar) y otras habitaciones privadas ricamente decoradas y amuebladas. En algunos casos, el hyperoon es un apartamento independiente, al que se accede por una escalera exterior.
¿Cómo es la isla de Delos?
La única elevación de la isla de Delos es la colina de Cinto, hecha puramente de granito y en el centro de la isla. Se trata de la montaña sagrada de Delos que predomina en su contorno, no por su altura (de solo 112 metros), sino porque los alrededores son muy llanos.
El entorno inmediato de la montaña son las costas de la isla, erosionadas por el fuerte viento y las olas. Rocas escarpadas que se extienden, especialmente por el norte, pero también en el cabo pelado del sur, el llamado Queroneso, para formar pequeñas bahías: Gurna en el noreste, que es el puerto más cercano de Mykonos que está en frente, Escardanás en el noroeste, Furni en el sur-suroeste de la isla. Finalmente, casi en el medio de la costa oeste, está el antiguo puerto sagrado que ofrece seguridad gracias a las dos pequeñas rocas del canal entre Delos y Renea, el Pequeño y el Gran Rematiaris.
Alrededor de esta bahía (que es la más importante de Delos) se forma el principal llano de la isla, que se extiende hacia el noreste entre las colinas y llega casi hasta la bahía de Gurna. La parte norte, que es la más baja, se inundaba en tiempos antiguos, para convertirse así en el lago sagrado. Todavía hoy se pueden ver algunos restos, pero no son gran cosa.
El agua en la isla de Delos
Sus colinas bajas, entre las que se extienden superficies relativamente llanas, están recorridas por pequeños torrentes de aguaque se dirigen hacia el mar. Sólo uno de estos torrentes, llamado Inopo, fluye casi permanente con dirección sur – norte. Su origen está al sur de la colina de Cinto, atraviesa su ladera occidental y se dirige hacia abajo, al llano cerca del puerto.
En Delos no falta el agua potable. Una capa de caliza que cubre el granito en algunas partes, retiene el agua de la lluvia a poca profundidad, hecho que facilita la excavación de pozos y proporciona a los habitantes cierta abundancia de agua. Nosotros pudimos ver algunos de estos pozos y son absolutamente impresionantes incluso aún hoy en día. Para que os hagáis una idea, el espacio es suficiente para que descienda por ellos en horizontal una furgoneta entera.
La isla de Renea
La Gran Delos, es decir la antigua Renea, es la continuación hacia el oeste de la Delos principal, de la Pequeña Delos, como los habitantes llaman hoy a ambas Delos. En Renea, que es más ancha, tiene el doble tanto de longitud como de anchura, con bahías mayores y más seguras y más tierra cultivable. Cuesta entender por qué en la Antigüedad los griegos escogieron habitar preferentemente Delos y no Renea. Si sabes el motivo te rogaríamos que nos dejaras un comentario.
El factor importante para el gran desarrollo de la isla de Delos fue el hecho de que se haya considerado como lugar sagrado del dios olímpico Apolo, divinidad genuinamente griega, «nacida» en esta isla. La leyenda de su nacimiento es muy conocida por todos los griegos.
La leyenda de la isla de Delos
Cuando la titánide Leto quedó encinta por Zeus, los celos de la orgullosa Hera estallaron contra su rival, a quien persiguió sin piedad, para que no pudiera detenerse en ningún lugar para dar a luz. Lo único que logró conseguir Leto, fue un pedazo de roca que apenas emergía de la superficie del mar y flotaba en el archipiélago. Ahí se quedó con el alma llena de miedo y prometió que la pequeña isla desierta, errante como ella misma, dejaría de flotar y se fijaría en un sitio, y el niño que naciera en ella no la abandonaría nunca y le ofrecería gloria y riqueza.
Durante nueve días estuvo sufriendo Loto los dolores de parto, porque Hera había secuestrado a llitia, la diosa que asistía las mujeres que iban a parir. Finalmente, las otras diosas que la apoyaban, mandaron a Iris, Ia mensajera de los dioses, para traer a llitia, prometiéndole secretamente un collar como regalo.
Leto, «vuelta hacia el Cinto, la montaña de Zeus», dio a luz al más hermoso de los inmortales: Apolo, cerca del «lago redondo». La inmensa Tierra se rió, todo fue inundado de luz y flores y el recién nacido pero con el pelo ya largo, tirando los pañales, empezó a dar vueltas con su cítara preferida y sus arcos curvados.
¿Qué significa Delos?
Asteria era el nombre antiguo de la isla de Delos, por la hermana de Leto que fue de los primeros habitantes. Antes del nacimiento de Apolo era Á-delos (invisible), y tras el nacimiento se convirtió en Delos ( que significa «visible»). Según la leyenda la isla fue anclada en el fondo del mar con cadenas de diamantes, pero lo principal es que se convirtió en uno de los lugares más sagrados y prestigiosos de Grecia en la Antigüedad.
¿Quién era Apolo?
Apolo, el nuevo dios, era el más peculiar de todos los dioses de Olimpo. Tenía una doble personalidad: mientras que en el lejano y montañoso Delfos es el dios verdugo que con su oráculo decide el destino de los mortales, en la isla de Delos es el dios de la luz, de la música y de la alegría de la vida en general, el que odia todo lo que contamine la pureza.
Una de las curiosidades de Delos es que como a Apolo no le gustaba la impureza se prohibió a la gente que naciera o muriera en esta isla sagrada. De hecho, en un momento dado, se desenterró a todos los muertos y los volvieron a enterrar en la isla vecina, en Renea.
Apolo es el dueño absoluto de la sagrada Delos, y su culto dura hasta la época tardía, en el marco de la Trinidad Apolonia (Apolo, su hermana Ártemis y su madre Leto), según las numerosas inscripciones votivas que se han salvado hasta nuestros días.
Historia del poblamiento de la isla
Como hemos dicho, los restos de población más antiguos de la isla de Delos llegan hasta mediados del tercer milenio antes de Cristo. Aquellos primeros habitantes pertenecerían a uno de los pueblos prehistóricos del Egeo, a los que Tucídides llamaba carios. Restos de sus edificaciones circulares se han descubierto en los altos de la colina de Cinto, es decir en el lugar más seguro de la isla. Pero en el milenio siguiente, como en otras de las islas Cícladas, desaparecen las trazas de presencia humana. ¿Qué ocurrió? es un misterio sin resolver. Nosotros no hemos sido capaces de averiguarlo aunque hemos leído varias teorías interesantes, pero no vamos a exponerlas por no extendernos demasiado.
Después de la mitad del segundo milenio la época micénica (1580-1200 a. C.) es prácticamente la que se puede considerar la primera época en la que florece la isla sagrada de Apolo. La ciudad se extiende abajo, en el relativamente fértil llano, y alrededor del puerto principal se desarrolla una población con edificios importantes para la época.
La época de los jonios en la isla de Delos
Alrededor del año 1100 a. C. el mundo micénico cede su lugar a los jonios que, partiendo de la Grecia continental, se extienden por las islas y las costas orientales del Egeo para instalarse. La Odisea y el Himno homérico a Apolo, compuestos al menos alrededor del 700 a. C. (según algunos estudiosos el Himno a Apolo fue escrito en la segunda mitad del s. VII a. C.), se refieren a Delos como a un famoso centro sagrado de los jonios.
Las naves, junto a los peregrinos, traían mercancías y Delos se desarrolló como un puerto comercial. Lo importante es que durante la dominación de los jonios era un lugar de culto común y donde podían comerciar en paz.
Los tiranos de Naxos y Samos
Cuando un lugar logra fama como centro religioso importante, surgen muchas ciudades que reclaman el dominio espiritual, porque un espacio con brillo religioso apoya mucho la influencia política. Los habitantes de Naxos son los primeros jonios que intentan imponer su dominio, aunque cultural, en el santuario y, a través del santuario, en el espacio cicládico.
Desde mediados del s. VII a. C. y durante casi un siglo, hasta mediados del s. VI a. C. más o menos, se dedican numerosos exvotos que decoran el santuario de Apolo. Entre ellos, varios edificios importantes. En el s. VI a. C. aparece también Paros con muchos exvotos, al mismo tiempo que Polícrates, el tirano de Samos que, teniendo superioridad naval en el Egeo centro-occidental, ocupa varias islas. Entre ellas, Renea, que fue dedicada a Apolo Delio y atada con una cadena, según escribe el historiador Tucídides. Pero este hecho constituyó el origen de una dependencia permanente de Renea del santuario de Apolo que, durante su larga historia, mantuvo ocupada gran parte de esta isla, cuyas superficies cultivables fueron su proveedor más importante.
Los atenienses
Los que desde siempre pretendían el protagonismo en la isla de Delos, entre los jonios y las islas del Egeo, eran los atenienses. La influencia ateniense en Delos se inaugura por el tirano Pisístrato con la construcción del templo arcaico de Apolo y la catarsis (purificación) de Delos durante su tercer mandato (540-528 a. C.), cuando se retiraron todas las tumbas de la parte de la isla vista desde el santuario de Apolo.
Con la caída de Pisístrato y las Guerras Médicas (490 a.C) Delos se libero de la influencia ateniense y los invasores asiáticos respetaron la isla sagrada, pero al mismo tiempo, se degradaron los deslumbrantes rituales y los festivales. La anfictionía de Delos dejó de existir.
¿Qué es una anfictionía?
En la antigüedad griega había algo llamado «anfictionía» que viene a ser una liga religiosa de ciudades griegas. Hubo varias como la de Delfos o la de Delos, y tenía algunas normas como que sus miembros no podían declararse la guerra entre ellos. El mismo objetivo con el que nació la Unión Europea pero hace 2.500 años.
La Liga Ateniense
Tras la victoria griega sobre los persas, que en gran medida se debía a los atenienses, estos últimos tomaron de nuevo la hegemonía de las ciudades griegas y en 478 a. C. crearon la primera Liga Ateniense, con la participación de casi todas las ciudades griegas del Egeo. Se decidió entonces que la isla de Delos fuera la sede de la Liga y ahí se guardara el Tesoro con las aportaciones de todos.
Delos se convirtió de nuevo en centro de la anfictionía jónica, pero bajo la influencia inmediata de los atenienses, dado que los anfictiones atenienses eran los encargados de la administración del santuario, aunque Delos tenía arcontes locales, los Neocoros.
Poco a poco la Liga se transformó a una hegemonía de los atenienses, quienes en el año 456 a. C. trasladan el Tesoro de la Liga a la Acrópolis de Atenas, para más seguridad.
La segunda purificación de la isla de Delos
Después de la peste de la Guerra del Peloponeso, de acuerdo con un oráculo, en el invierno de 426/5 a. C., los atenienses deciden la segunda purificación de Delos: a los delios se les prohibe no solo morir en la isla sagrada, sino también nacer. Al mismo tiempo, es cuando todas las tumbas en la isla se levantaron y su contenido se trasladó a Renea, a una tumba común, la llamada fosa de la purificación, que todavía existe.
Con la nueva purificación de la isla de Delos empieza un nuevo período de florecimiento. El antiguo festival toma nueva forma y junto con el anual, se establece uno nuevo, cada cuatro años (pentetirís). Se construye además un nuevo gran templo. En 403 a. C., cuando los espartanos ganan la Guerra del Peloponeso, Delos escapa durante breve tiempo de la hegemonía ateniense, que se restablece en 394 a. C. por el general ateniense Conón.
La hegemonía de Atenas en Delos se extendió durante todo el s. IV a. C., a pesar de la apelación de los delios al Oráculo de Delfos, en 345 a. C., en un intento de expulsar a los atenienses. Pero a finales del s. IV a. C., la fuerza naval de Atenas ya no era la de antes y la hegemonía de las ciudades griegas había pasado a los macedonios.
La Liga Insular
Por iniciativa de Antígono y de su hijo Demetrio el Poliorcetes, se establece una Liga Insular. Su centro religioso, Delos, se declara independiente en 314 a. C. Desde entonces, hasta 166 a.C. Delos conoce un nuevo período de florecimiento. Es el período de la independencia que, por supuesto, no es total.
La isla es formalmente independiente y los magistrados locales (Hiéropos) que sucedieron a los anfictiones atenienses, son los que gobiernan el santuario y administran sus tesoros. Pero en realidad, está bajo la influencia de los Ptolomeos (una dinastía de gobernantes que también gobernaron Egipto en siglos posteriores), quienes ejercen el control general de la Liga Insular.
Una de las intenciones de los Ptolomeos era mantener buenas relaciones con la rica democracia de Rodas, hecho que impidió el desarrollo económico de Delos. Pero en 250 a. C. la Liga Insular se disuelve y la isla sagrada pasa a la influencia de los macedonios. Si en el período anterior Delos conoció diversos arcontes que competían en ofrendas y monumentos para Apolo, en la época de la hegemonía macedónica se convierte poco a poco en centro comercial de importancia significativa.
La isla de Delos como centro del comercio del mundo antiguo
Muy característico de la actividad comercial es el desarrollo de los bancos, públicos y privados. Ya desde la segunda mitad del s. VI a. C. la isla de Delos había desarrollado su propia acuñación de moneda. Sus orígenes se deberían ubicar durante la hegemonía ateniense de los Pisistratidas, bajo la influencia de la acuñación ateniense.
En la época arcaica, en el s. VI a. C., había monedas de plata de dos dracmas, un dracma y valores menores y, más tarde, de cobre. El principal símbolo de todas era la cítara de Apolo, que fue mantenido hasta el final, es decir, hasta 167 a. C., cuando los atenienses dominaron de nuevo la isla y retiraron todas las monedas no atenienses. Algo así como un precedente del euro, que tuvo como objetivo eliminar todas las monedas locales.
Lo importante en la circulación monetaria de la isla de Delos es que con la afluencia de poblaciones y culturas diferentes en la isla, especialmente en la época tardia, circulaban monedas de diferentes ciudades, hecho de gran interés histórico, porque su estudio aclara no sólo el movimiento comercial en Delos, sino en todo el Egeo en general. La mayor cantidad de monedas encontrada en Delos proviene de los así llamados «tesoros monetarios», que son muchas monedas acumuladas y escondidas.
Los tesoros de la isla de Delos
Los tesoros de la isla de Delos que hasta ahora han sido descubiertos en varios lugares, principalmente en sótanos de casas, son más de treinta. Sin embargo, no se supone que se hayan escondido necesariamente en momentos de asaltos enemigos, porque no todos depositarían su dinero en los bancos. Uno de estos «tesoros», junto a unas joyas, fue descubierto en la llamada Casa de los Comediantes, que nosotros fuimos a visitar.
En nuestros viajes hemos encontrado varios lugares donde se han encontrado acumulaciones de monedas, a modo de tesoros, que la gente en la antigüedad enterraba antes de marcharse de viaje (o a la guerra) y por alguna razón jamás regresaban a buscarlas. Algunos ejemplos son Ullastret en Cataluña, Lisboa en Portugal, Morgantina en Sicilia o Málaga en Andalucía. Era algo muy normal.
Desde mediados del siglo I y principios del siglo II a. C., el puerto de Delos se abrió al gran comercio. Gracias a su ubicación geográfica (se encuentra casi en el centro del Mediterráneo) fue usado como centro de tránsito de cereales y otras mercancías de Numidia (en el norte de África) a la península de Crimea, Asia Menor, Siria o Egipto. Estrabón también consideró que el comercio de esclavos fue muy importante para la economía de Delos.
El paso de la isla de Delos de Macedonia a la dominación romana
El antiguo carácter sacro de la isla se va perdiendo en el puerto cosmopolita de los macedonios. Nuevas religiones y nuevos dioses empiezan aparecer, al principio tímidamente, para conocer más tarde una propagación extraordinaria. Las casas se multiplican y más extranjeros llegan cada vez, para instalarse en la isla.
Los locales, que predominan en el santuario, tratan de mantener buenas relaciones con los extranjeros por su propio interés, pero, a principios del s. II a. C. la fuerza de Roma se hace haciendo evidente y en 168 a. C. esta vence en Pidna a Perseo, el último rey de Macedonia. Tras la disolución de la hegemonía macedónica, Delos pierde sus poderosos protectores y en 166 a. C. cae otra vez bajo la hegemonía de los atenienses, a quienes la isla se cede por los vencedores romanos, que la declaran puerto franco, principalmente para golpear a la floreciente Rodas.
Este segundo poder ateniense empieza con la definitiva expulsión de los delios, quienes encuentran refugio en Acaya, aunque siguen protestando contra los atenienses.
Pero, más tarde, sus trazas se pierden. Es posible que, bastante más tarde, algunos de ellos hayan regresado a Delos, pero en realidad, la isla es ya una colonia ateniense, bajo el control inmediato de Roma.
La isla de Delos durante el periodo romano
Al principio la población de Delos está formada principalmente por pobres clerucos (asignados con un lote de tierra) atenienses y por ciudadanos que se instalan como empleados o comerciantes. Poco a poco la composición demográfica de la ciudad cambia a causa del acelerado desarrollo económico que conduce a un aumento de la población (en la segunda mitad del siglo II y principios del siglo I a. C. la población se calcula alrededor de los 25.000 habitantes).
En este período el elemento ateniense retrocede frente a los diferentes forasteros que vienen a instalarse en este rico puerto: griegos de otras ciudades, latinos, egipcios, sirios, fenicios, palestinos, hebreos. En consecuencia de todo esto en Delos florecen las religiones orientales.
Los romanos, que son los verdaderos dueños de la isla de Delos, siguen controlando el gobierno ateniense, que está representado por el epimeleta (comisario) de Delos con un mandato anual, que se ratifica desde Atenas.
La destrucción de la isla de Delos
Los lazos con Roma y la dependencia de la isla de Delos fue la causa de la destrucción de este sagrado gran centro comercial. En 88 a. C. Mitrídates Eupátor, rey del Ponto, en un intento de golpear a sus rivales romanos atacó Delos, donde florecía la colonia romana. Delos, para oponerse a Atenas, aliada de Mitrídates, apoyaba a los romanos. La catástrofe en consecuencia tuvo que ser enorme, aunque no sean fiables las exageraciones de los historiadores Apión y Pausanias que ascienden el número de los muertos a 20.000.
Tras la victoria de Roma en la guerra y la visita del emperador Sila a la isla de Delos, los romanos restablecieron el anterior régimen ateniense. Pero las guerras Mitridáticas continuaron y en 69 a. C. los piratas de Atenodoro, aliado de Mitrídates, destruyeron lo que había quedado de pie y Delos dejó definitivamente de considerarse el sagrado centro comercial de los pueblos del mar.
Cuando, inmediatamente después, los romanos se apoderaron de nuevo de la isla, se dieron cuenta que el carácter sacro del lugar no ayudaba a su defensa y decidieron amurallar la parte principal de la ciudad, es decir, el santuario y el barrio del teatro. De tal manera que el enviado romano Triario hizo las reparaciones que pudo y al mismo tiempo hizo construir con apuro una muralla, usando todo tipo de materiales heterogéneos.
Los atenienses siguen mandando en la isla y se considera necesario que su condición sagrada sea reconocida por resolución del Senado de Roma (58 a. C.), que ofrece privilegios a la población. Pero la vida en Delos ha perdido ya todo su esplendor anterior.
La decadencia de Delos
Las casas ricas han sido abandonadas y por lo que se deduce de las excavaciones, en su mayoría fueron transformadas en talleres de artesanos. De todos modos, los atenienses dejan de interesarse por Delos, ya que otros puertos en Italia y en Oriente toman el lugar que tenía esta isla sagrada en el tráfico comercial mediterráneo.
Atenas no envía ya arcontes a la isla de Delos, sino que se nombra un sacerdote vitalicio de Apolo que, sin embargo, vive en Atenas. El intento de revivir las antiguas fiestas delias (habían dejado de celebrarse desde el 316 a. C.), debido principalmente a la afición a Grecia del emperador Adriano, fracasó, porque con una docena de animales que una vez al año se conducía al altar de Delos para el sacrificio, no era posible recrear la atmósfera sacra y la venerabilidad de los rituales antiguos. Además, en la conciencia de los atenienses, la idea que tenían de Delos había sufrido tal deterioro, que más tarde intentaron venderla, pero no lograron encontrar compradores.
La isla de Delos en la época paleocristiana
En la época paleocristiana (siglos II-V d. C.), la gran reducción de la anteriormente inmensa población limitó a Delos en el espacio entre la lesque de los poseidoniastas (un establecimiento de los amigos de Poseidón de Beirut, que era un edificio de una sociedad de mercaderes, banqueros y navegantes de origen fenicio, construida en el siglo II a. C.) en el norte, y la parte baja del barrio del teatro en el sur (es decir en las ruinas del todopoderoso santuario).
Hacia finales del s. III d.C. se observa la existencia de una pequeña comunidad cristiana y se hace referencia a una sede episcopal, quizás a causa de su anterior fama. Al obispado de Delos pertenecían también las vecinas islas de Mykonos, Siros, Sérifos, Citnos y Ceos y parece que en la isla se construyeron muchas pequeñas basílicas paleocristianas, gracias al abundante mármol antiguo y a la transformación de edificios clásicos en iglesias (se supone que por encima de las ruinas de la famosa sala hipóstila se había construido un monasterio).
La isla de Delos en la Edad Media
Sin embargo, ni su elevación al rango de sede episcopal, ni los demás factores externos semejantes pueden volver a dar a Delos su anterior esplendor panjónico y, en comparación con la gloria anterior, el abandono de la isla impresiona todavía más, hasta que a finales del siglo V d. C. los viajeros volvieron a llamar a Delos (visible) Á-delos (invisible).
En el s. VI d. C no se observan señales de vida en la isla de Delos y en el siglo VIII d. C. ni se menciona por su nombre en la lista de las islas que pertenecen al nuevo Obispado de Siros.
En el año 727 d. C. la isla de Delos fue saqueada por el emperador iconoclasta León el Isáurico, el 769 d. C. por los eslavos, en el 821 d. C. por los sarracenos que vinieron de Creta y probablemente conoció también a los invasores árabes. Así, devastada y destruida, la isla pasó al dominio de la República de Venecia que no sabía qué hacer con ella y la regaló al señor feudal de Mykonos.
En 1329 d. C., una parte de los caballeros de la Orden de Malta (orden del Hospital de San Juan de Jerusalén u Hospitalarios) se instaló por poco tiempo en la ya desierta Delos que, tras el abandono de las islas vecinas y su ocupación por los turcos en 1566 d. C., se transforma en permanente parada de tránsito de los piratas, durante toda la época de turca.
Al mismo tiempo, la isla fue el principal proveedor de materiales de construcción y de fabricación de cal por el abundante mármol disperso de las ruinas antiguas. Además, los elementos de cobre de los antiguos edificios eran muy útiles, ya que este metal era muy raro en la época medieval.
La isla de Delos en la época moderna
Junto a la isla de en frente, Renea, cuyo nombre antiguo fue incluso olvidado, se llamaron «las Delos» y así se llaman hasta hoy. (Pequeñas Diles o Delos y Grandes Diles o Renea). Las Diles pertenecen al Municipio de Mykonos que alquila lotes de tierra a los pocos agricultores que viven allí.
El Occidente desconocía a Delos hasta el Renacimiento. El geógrafo árabe Idrisi (1154 d. C.) la menciona como Ardilo, isla «redonda, desierta, sin habitantes, pero con puerto». También está señalada en las cartas náuticas italianas desde el siglo XIII d. C.
En 1445 d. C. Ciriaco de Ancona visita Mykonos y Delos y queda impresionado por la perfecta forma circular del lago sagrado, al que se refiere así: «una naumaquia redonda, de medio estadio de ancho» (los romanos llamaban naumaquias unas cisternas, en las que se hacían representaciones de batallas navales). Queda también impresionado por la estatua colosal de Apolo erigida por los naxios que, aunque desmembrada, dominaba con su tamaño todo el espacio. Por eso, es el motivo más común entre los dibujos de los viajeros. Nosotros llegamos a ver lo que queda de ella, pero es difícil distinguirla si no vas con un guía.
Excavaciones arqueológicas en la isla de Delos
Las excavaciones en el lugar fueron iniciadas por arqueólogos griegos y franceses en 1872 (el Servicio Arqueológico Griego es de las primeras instituciones del recién establecido estado griego). Pero desde 1873, la Escuela Arqueológica Francesa se hizo cargo de la sistemática excavación que continúa hasta hoy, y descubrió, especialmente en el período 1902-1914, el santuario de Apolo y gran parte de la ciudad helenística.
El Servicio Arqueológico Griego, desde 1960, está ejecutando obras de restauración y fijación de pavimentos con mosaicos y paredes estucadas y reubica en su lugar original las partes arquitectónicas caídas, reformando paralelamente ciertos espacios. Además, está excavando en Renea (en la necrópolis, parte de la cual excavan también arqueólogos franceses, en el santuario de Heracles etc.) y ocasionalmente en Delos, como por ejemplo en el caso de la apertura de canaletas para la instalación de cables de electrificación etc.
Aunque los monumentos que se han descubierto no son más que un lejano recuerdo del esplendor de la «sagrada Delos», la impresión que se lleva el visitante es extraordinaria.
Nuestra opinión personal
Paradójicamente, a pesar de escribir un blog de viajes, a nosotros nos encantaría que lugares como la isla de Delos fueran poco visitados. La afluencia masiva de un público que trata a los monumentos antiguos como un parque de atracciones, y no les de el cuidado que merecen, es algo que nos entristece profundamente. Un ejemplo clarísimo lo hemos recientemente en Pompeya en Italia o en el Valle de los Reyes en Egipto.
Escribimos con la esperanza de que solo aquellos que sepan realmente apreciar el valor de estos lugares terminen visitando el yacimiento. El problema es que las autoridades solo invierten dinero en mantenimiento cuando hay turismo. Es la pescadilla que se muerde la cola: Sin turismo no hay dinero, y sin dinero no hay mantenimiento, pero el turismo masivo turistas estropea el yacimiento.
Todo lo que hay en la isla (exceptuando el museo de Delos y algunas casas con techo) está al aire libre. La lluvia y el viento se van a encargar de destrozar lo que queda, haya turistas o no, así que aprovecha mientras todavía es posible ¡y disfruta de la isla de Delos!