Llegamos al mediodía a Porto Torres, lugar donde no quisimos quedarnos ya que no nos pareció que tuviera mucho para ver, así que iniciamos nuestra ruta hacia Palau, donde teníamos reservada la primera noche. A unos 40 minutos de Porto Torres se encuentra Castelsardo, un bonito pueblo medieval de casas de fachadas de colores y con un imponente castillo en el punto más alto, que ofrece muy bonitas vistas.
A Castelsardo llegamos a la hora de comer, así que comimos y después hicimos la visita al pueblo y al castillo. Es curioso porque este pueblo, a lo largo de la historia, ha llevado otros nombres según la dominación del momento, como Castelgenovese y Castellaragonese.
También es muy interesante pasear por sus calles estrechas del centro donde está lleno de pequeñas tiendas de artesanía.
Saliendo de Castelsardo paramos a ver La Roccia dell’Elefante, roca volcánica gris oscura que ha sido esculpida por el viento a lo largo de los años hasta llegar a tener forma de un elefante con la trompa hacia arriba. En la antigüedad, parece ser que se utilizaba como lugar funerario.
Más tarde tomamos la carretera y tardamos una hora y media hasta nuestra siguiente parada, Capo Testa, un lugar con un paisaje peculiar de rocas erosionadas y con vistas, a lo lejos, de la isla francesa de Córcega.
Fue una bonita experiencia volver a ver Bonifaccio, pero esta vez desde otra isla, donde habíamos estado de visita el año anterior, y que además nos impresionó muchísimo. De Bonifaccio guardamos un precioso recuerdo, 100% recomendado.
La primera noche de hotel la teníamos reservada en Palau, para al día siguiente poder realizar una visita al Archipiélago de la Maddalena tomando un barco desde su puerto.
2 Comentarios
Muy interesante
¿De veras? Gracias. En cuanto encontremos un hueco escribiremos nuevos artículos (ya hemos publicados varios sobre ella). Cerdeña es una isla que hemos visitado ya varias veces y tenemos una cantidad ingente de vídeos y fotos. Concretamente queremos escribir sobre los nuragas, sobre las lenguas de la isla, sobre Sassari y Cagliari, sobre las playas y sobre el mejor restaurante en el que hemos comido en nuestra vida.